En tu centenario, valerosa Legión,
se estremece y ensancha el alma
al recitar el Credo Legionario
consagrado por tu fundador
y prestigioso militar
Don José Millán Astray.
Doce espíritus conforman
la razón de tu ser y permanencia,
haciéndote única y sin igual.
- El Espíritu del legionario: Es único y sin igual, de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta.
- El Espíritu de compañerismo: Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo, hasta perecer todos.
- El Espíritu de amistad: De juramento entre cada dos hombres.
- El Espíritu de unión y socorro: A la voz de ¡A mí La Legión!, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida auxilio.
- El Espíritu de marcha: Jamás un legionario dirá que está cansado, hasta caer reventado. Será el cuerpo más veloz y resistente.
- El Espíritu de sufrimiento y dureza: No se quejará de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed, ni de sueño; hará todos los trabajos, cavará, arrastrará cañones, carros; estará destacado, hará convoyes, trabajará en lo que le manden.
- El Espíritu de acudir al fuego: La Legión, desde el hombre solo hasta La Legión entera, acudirá siempre donde oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para ello.
- El Espíritu de disciplina: Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir.
- El Espíritu de combate: La Legión pedirá siempre, siempre, combatir, sin turno, sin contar los días, ni los meses, ni los años.
- El Espíritu de la muerte: El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde.
- La Bandera de La Legión: La Bandera de La Legión será la más gloriosa, porque esta teñida con la sangre de sus legionarios.
- Todos los hombres legionarios son bravos: Todos los hombres legionarios son bravos, cada Nación tiene fama de bravura; aquí es preciso demostrar qué pueblo es el más valiente.
Tu himno
y el “ Novio de la muerte “
son
cantos emblemáticos
brotados
del corazón guerrero,
bravo y
creyente,
que
resuenan y enardecen
cuando
vosotros, caballeros legionarios,
procesionáis alzado el cristo yacente.
Brindis
por la Legión
alzando
un vasito de su leche pantera
y
gritando con ardor:
“ ¡ Viva
España ! ¡ Viva el Rey ! ¡ Viva la Legión ! “
No hay comentarios:
Publicar un comentario