Dictar a los docentes la historia
oficial
que deben saber y enseñar a los
discentes,
es un proyecto gubernamental.
No importa si el relato es sesgado,
subjetivo y parcial,
tiene que ajustarse a la Memoria
Democrática,
y si no ostracismo y multa al canto.
¡Adiós a la libertad de pensar, de sentir y de
cátedra !
¿ A tragar y pasar por el aro
totalitario,
disfrazado de democrático, sin
resistencia
ni denuncia por tal atropello ?
Adoctrinar, silenciar, reprimir y dividir la
disidencia
son reglas de todo manual marxista.
¡ Pobre del que se resista !
Sr. Sánchez y Sra. Calvo,
concedan al menos el derecho al
pataleo
a los que con descaro nos toman el
pelo.
Licencia, que con el debido respeto,
también solicitamos de Vuestras
Excelencias,
para coloquialmente mandarles a
paseo.
No nos manden a sus alguaciles y
fiscales,
no somos de la banda del Pernales.
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