El consejo último a los hijos, cuando la muerte se acerca, es en bastantes ocasiones “ Cuidad de vuestro padre ( o madre en su caso ) y manteneos siempre unidos”. Y es que la mejor herencia que se puede dejar a los hijos, más importante que los bienes materiales cuando los hay, es la voluntad de la permanente unidad familiar entre los descendientes y que perseveren en los valores morales que se les inculcaron desde la niñez.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
domingo, 13 de septiembre de 2020
LA FAMILIA Y SU UNIDAD
No hay que dilapidar la herencia de la unidad
familiar, aunque se atraviesen momentos duros y difíciles, pues la familia, como
tantas veces se ha dicho y admitido, es “ la célula fundamental de la sociedad
“. Si la familia y los pilares que la sustentan se resquebrajan, la sociedad se
derrumba en su conjunto como un castillo de naipes.
Muchos y poderosos son los instrumentos diseñados
para socavar el concepto y la esencia de la familia, promovidos por una falsa
progresía, que pretende desnaturalizarlos y relativizarlos. Por ello son
necesarias la resistencia pacífica y la denuncia pública para desenmascarar tan
perversos proyectos, los cuales siguen avanzando e imponiéndose. Contra esta
acción destructiva no cabe inhibición alguna, sino la reacción defensiva y
constructiva. Está en juego el presente y el futuro de nuestra sociedad. La
defensa de la familia nos lo exige.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario