martes, 1 de septiembre de 2020

¡ EN QUÉ LÍO NOS HAN METIDO !

  

 
 
No están las cosas para dar saltos de alegría, sino para echarse las manos a la cabeza y exclamar: ¡ Madre mía, madre mía, en qué lío nos han metido ! ¡ Esto no tiene solución ! Además de los rebrotes exponenciales de la pandemia, en la que encabezamos por ratio poblacional el puesto del  deshonor en fallecidos y contagios, y sus consecuencias económicas nefastas, traducidas en el desempleo insoportable, la caída alarmante del PIB y una deuda pública galopante e inasumible, tenemos el gasto desaforado estatal, autonómico y de algunas capitales en personal improductivo, dádivas e inversiones y bastantes financiaciones innecesarias. Todo ello sin contar con el permanente desafío secesionista. El Covid-19 ha conseguido agravar, esencialmente, los males económicos, el desempleo y la deuda, que se venían arrastrando desde los últimos años.
 
Lo de la “ Nueva normalidad “ que se nos vendió es una anormalidad en toda regla. Al eslogan gubernamental “ ESPAÑA PUEDE “, con el fin recabar apoyos y acuerdos para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, exhibido con motivo de la conferencia de Pedro Sánchez en la Casa de América- a la que asistieron bastantes representantes empresariales  del IBEX-35, políticos, economistas y líderes sindicales- le añadió Sánchez en su discurso: “ SI ESPAÑA QUIERE ”. En su parlamento hizo llamamientos a la unidad, cuando ha rechazado pactos de Estado propuestos por el PP y eligió cogobernar con Podemos, cuyo líder Pablo Iglesias ha sido el látigo verbal contra las grandes empresas, acusándolas falsamente de ser los depredadores del pueblo, aunque dicho con palabras más duras e hirientes.
 
Son necesarios y urgentes unos nuevos PGEs; mas el apoyo o no a los mismos requiere saber previamente, aun en líneas generales, cómo se van a diseñar, la cuantía y el destino de las diferentes partidas, y si se ajustan a las directrices emanadas de la UE. Es lo mínimo que se debe exigir al Gobierno, cuyo presidente inicia mañana la ronda de contactos con los diferentes partidos, aunque con PNV y Ciudadanos parece que ya ha tenido sus escarceos. Posiblemente salgan adelante en su debate parlamentario. Si el proyecto es aprobado con el no o la abstención del PP, Sánchez y sus corifeos se ensañarán con Casado, presentándolo como el máximo exponente de la España que  “ no quiere “ y hurgando más en las discrepancias del centro y la derecha. Para patriota y chulo, Sánchez. Lo primero no se le nota, y de lo segundo va sobrado. Apela a la unidad, pero sigue la máxima: “ Divide y vencerás “. 

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