miércoles, 23 de septiembre de 2020

LA INEXPLICABLE AUSENCIA DEL REY EN BARCELONA

  

 
 
La Casa Real confirmó la asistencia del Rey D. Felipe VI a la entrega de los despachos a los nuevos jueces en Barcelona, respondiendo a la invitación que le fue cursada por el C.G.P.J. Posteriormente anuló la presencia real en dicho acto, sin que se hayan explicado con claridad las razones de la cancelación, por lo que se han desatado las especulaciones al respecto.
 
Unos dicen que el Gobierno, que es el que da el visto a bueno a la agenda oficial de los Reyes, aconsejó al Rey que no acudiera por motivos de seguridad, sin decir ni trascender los peligros a los que se exponía. De ser esto cierto, que más bien parece una excusa peregrina, pondría en evidencia la incapacidad gubernamental para garantizar la seguridad del Jefe del Estado.
 
Otros sostienen que se debe a una exigencia de los secesionistas para dar su apoyo a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Suposición más creíble, si se tiene en cuenta la animadversión hacia la Monarquía y la interlocución de Pablo Iglesias con los separatistas, con los que comparte la misma fobia antimonárquica y el establecimiento de la quimérica República Federal, para captar su aquiescencia a la aprobación de tales presupuestos.
 
Estas dos opiniones divergentes dicen basarse en fuentes solventes. Pero ni el presidente del Gobierno ni nadie de su Ejecutivo, tan parlanchines y “ didácticos “ cuando les interesa, se han pronunciado al respecto. La Casa Real y Su Majestad, siguiendo su prudencia habitual y bien hacer institucional, han guardado silencio.
 
El Rey, tan exquisito en las formas y defensor de la unidad de España, habla y actúa cuando procede, aunque muchas veces sentirá en sus adentros la soledad, el ninguneo y las lealtades falsas. Pero, pese a ello, cuenta con el afecto y el amplio respaldo mayoritarios. ¡ Cuántos países quisieran tener un Jefe de Estado como él !
 
El caso es que la Justicia se administra en nombre del Rey, y D. Felipe VI no ha podido asistir o se lo han desaconsejado o impedido, por la razones que sean, a la entrega de los despachos a los nuevos jueces en Barcelona.

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