Osado fue el periodista
que llamó guapa a la
Vicepresidenta Yolanda Díaz.
Se molestó mucho la Vice,
quejándose por radio
que si a ella, con su cargo,
le hacen un comentario machista,
hay que imaginar lo que
“ vivimos las mujeres a diario “.
Sin entrar a valorar si es guapa
o fea, si su nariz es chatita o aguileña;
para evitar enojarla, es preferible
callar, pasar de largo y no mirarla.
Cabe recordar que la susceptible llamó
guapo al
presidente de la Patronal
en un encuentro de trabajo.
La ley del embudo feminista es un
calvario
para los varones, que se muerden la
lengua
cuando, educadamente, desean
lisonjear
a una fémina conocida.
Es preferible ofrecerla un rosa y acertar en el
color.
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