El Mundo es un mar de dudas.
Envuelto en penumbras, da pasos
adelante
y hacia atrás. Se estanca cuando ya
nos
ha metido en
tierras pantanosas,
que nos pueden tragar.
Los responsables de la vacilante andadura,
creyéndonos equinos, cabalgan en
muelles
monturas, aprietan o aflojan las
riendas,
pican o sueltan las espuelas,
y controlan el trotar, para que no
se
produzca la estampida que los pueda
derribar.
Compiten las naciones y bloques,
se pelean o miran de reojo entre sí,
los pueblos sufren las consecuencias
de las egoístas apetencias.
Mientras ello sucede: ¡ Cuánta gente es
explotada,
ignorada, y
sumida en la miseria, desconociendo
lo que es un mínimo digno vivir !
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