No tenemos remedio.
Sacamos punta a todo.
La política sigue la costumbre
de meterse por el medio,
para sacar tajada en su
partidista provecho.
Cualquier coyuntura vale
para zaherir al de enfrente,
sacar pecho y presumir
de lo hecho y no hecho.
La gente no metida en esos líos,
desconfía de tantos latiguillos,
pero sigue la corriente a sus
parlanchines preferidos.
Hoy será a unos, mañana a otros,
y algún día, por no saber de quién
fiarse, arrojará la toalla, diciendo
:
“ Agua que no has de beber,
déjala correr “.
Pasado el pronto, cantará:
“ Volver, volver, volver
a tus brazos otra vez...”;
aunque la traición y el engaño
merecen perder.
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