Hoy, domingo de ramos, se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén montado sobre un borrico, en donde se celebra con especial alborozo y sentimiento por multitud de creyentes cristianos, allí radicados y desplazados a propósito desde diversas parte del mundo, que participan en la procesión cantando el “ Hosanna”. Tal recordatorio hay que vivirlo y sentirlo sobre el terreno; no hay palabras ni filmaciones que puedan expresar las íntimas sensaciones y espirituales goces que se adueñan de los participantes, especialmente en los peregrinos.
En este día, desde la añorada distancia, viene a mente y corazón el breve recogido en el salterio :” Si me olvido de ti Jerusalén, que se me paralice la mano derecha, que se me pegue la lengua al paladar”
En toda España se celebran, en este domingo, procesiones conmemorativas y respondiendo todas a un mismo propósito, cada una tiene sus peculiaridades. Pero hay una ciudad alicantina, Elche, en donde adquiere singular característica por la profusión de palmas blancas, con sus bellos trenzados, procedentes del Palmeral de dicha ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad. Las plantaciones de palmeras han sido definidas como " mar y oasis de palmeras".
No podemos resistirnos a reproducir los dos siguientes párrafos, sacados de una extensa información leída sobre las palmas blancas :
“Las hojas de las palmeras datileras se usaron desde los tiempos más remotos en la celebración de la fiesta judía de los tabernáculos, coincidente en el tiempo con la época de recolección de dátiles, y para acompañar la procesión triunfal de la entrada de Cristo en Jerusalén, recordando la leyenda que indicaba que la "Palmera" se inclinó para ofrecer sus frutos a María, durante la huída con José y su hijo Jesús de Herodes, Rey de Judea. "Justus ut Palma florabit ergo bincimus cum occidimus" (sic) El justo florecerá como la "Palma", porque para el cristianismo primitivo morir era vencer.”
"En Elche la "Palma Blanca" que a lo largo de nueve meses ha permanecido en el interior del seno materno de la Palmera encaperuzada, irrumpe a la efímera vida terrenal en una explosión de luz y color en la procesión del Domingo de Ramos.
Declarada en 1988 fiesta de Interés Turístico Internacional de extraordinaria belleza, acontecimiento por el que merece la pena desplazarse hasta la ciudad de Elche y contemplar las antiguas calles medievales, convertidas en ríos de personas portando sus ramos artísticos de todos los tamaños, formas y alegorías, elaborados con la "Palma Blanca" ilicitana."
Se incluye la presentación “Domingo de Ramos en Elche”, disponible en Youtube, una vez despejadas las dudas a que ayer hacíamos referencia en la entrada “Ave María”. A medida que avanza el vídeo podemos contemplar la colorida procesión y música de fondo con tintes de marcha mora. Se recomienda verlo hasta el final.
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