Hace unos días, Joseba Elosúa dueño del bar Faisán, al prestar declaración ante el juez dijo, según recogieron los medios, “Se lo juro, yo soy católico, este no es el hombre que me entregó el teléfono”, refiriéndose al policía que, presuntamente, se lo dio en mano y a través del cual recibió la llamada-chivatazo alertándole de la inminente operación policial para detenerle a él y otros implicados en el aparato de extorsión de la banda terrorista ETA.
Se puede entender que quienes participaron en el chivatazo, de cualquier forma y de arriba abajo, lo nieguen abiertamente o con subterfugios pues, aparte de la responsabilidad política exigible a algunos, les podría acarrear a todos responsabilidad penal y, como derecho a la defensa, nadie está obligado a declarar contra sí mismo. Pero no es sobre este escabroso y manido tema al que nos queremos referir, sino acerca de la justificación de catolicidad esgrimida por Elosúa.
El ser o proclamarse católico no lleva aparejada indefectiblemente la fidelidad humana a la verdad, pese al mandamiento de no mentir; sería lo deseable, pero así es la condición del hombre y ya se sabe: hasta “el justo peca siete veces al día”. También está prescrito “no matarás”, “no robarás” y, por desgracia, cuántos que se confiesan católicos en el país vasco, incluso algunos sacerdotes, han colaborado con ETA que mata y roba mediante el mal llamado “impuesto revolucionario” exigido y obtenido bajo chantaje.
El catolicismo es universalidad, en contra de los que queriendo reducirlo a su terruño lo desvirtúan en secta nacionalista. Elosúa sabrá si al jurar, apelando a su catolicismo, fue veraz; en todo caso escrito está:” No juraréis en falso por mi nombre, profanarías el nombre de tu Dios, Yo, Yahveh” (Lev. 19,12).
Los que no podemos alardear de ser buenos católicos y muchas veces ni medianos, pensamos que sobraba la afirmación de Elosúa “yo soy católico”, dicha en ese contexto,momento y lugar, aunque lo sea o se crea como tal.
¡Brillante!
ResponderEliminarCreo que Vd. debería ser columnista de algún tabloide, con ello se llegaría a más puertos.