viernes, 1 de abril de 2011

BONO, OFICIOSO “CAMARLENGO” EN LA SUCESIÓN A ZP Y ACTAS DE ETA

 

Taimada pugna la del PSOE , librada entre bambalinas, por ocupar la “silla gestatoria”  en la que aún hoy toman asiento las, en ocaso, zapateriles posaderas. Ante la previsible y pronta “sede vacante”, va preparándose el “cónclave”. Anticipándose al momento del “extra omnes”, Bono está  en todas las salsas, intentando lavar su  cuestionada imagen de cara a la “fumata blanca”. Ejerce de oficioso “camarlengo” y por su despacho (por muchos llamado confesionario) van desfilando, cual de si episcopal “visita ad límina” se tratara, prebostes del PSOE.  Las civiles vestimentas al uso no se contradicen con la decisiva “purpúrea” influencia (viene el color como anillo al dedo) de los “príncipes” que serán llamados a designar el sucesor. Hombre paciente y de apariencias beatíficas, presto es al disimulo y al elogio con tal de, en hábil salto, situarse en el lomo de trotón asno o de caballo galopante.

En lo que parece civilizada batalla de puertas a fuera, no faltan puñaladas traperas (entra en la dinámica habitual política), apuestas por diversos caballos; pero podría ser que ZP, aferrado al sillón por su súper ego y mesianismo, dijera “nones, no me voy” e hipócritamente fuera ensalzado por quienes, dentro de su partido, lo detestan y se vieran obligados a musitar silenciosamente “todo el gozo en un pozo”. También podríamos estar ante un juego dilatorio y/o de distracción, esperar a verlas venir por si escampa. ¿Quien sabe?

Mientras tanto hay, además de varones, una futurible “papisa”, Carmen Chacón, en postura discreta y con reprimidos agravios, a la espera de su oportunidad. El resultado de lo de  Libia podría influir para  que, llegado el caso, la balanza se inclinase o no su favor. Ganaría puntos, en los sectores más sensatos de su partido, si se retractara de pasados con tufillo nacionalista-separatista, solidaridades “rubianescas”( el de la "puta "España") y apostara claramente por la indisoluble unidad de España; aunque sería esperar de ella demasiado cuando ZP, que la encumbró, dijo en el Senado aquello de que el  concepto de nación es discutido y discutible.

En cualquier caso, aparte cuestiones sucesorias, lo que ha trascendido hasta ahora de las "actas de ETA" es más que motivo suficiente, por si solo, para que el Gobierno en pleno dimitiera, como los diferentes cargos públicos implicados por acción, omisión o el encubrimiento que conlleva el silencio; la valoración  de  posibles responsabilidades penales derivadas de ellas y del chivatazo a ETA corresponde a los jueces.

La lectura de extractos publicados de tales actas  produce náuseas. No vale la excusa de que se han detenido muchos terroristas, que es verdad, como esgrime Rubalcaba. Se ha aplicado la política de la estaca y la zanahoria. El palo ha sido contundente por el trabajo policial; la zanahoria, asquerosa podredumbre política de traición e indignidad.

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