viernes, 16 de marzo de 2012

DEL INDULTO, AL FALLERO “NINOT INDULTAT”

 

El Gobierno socialista se despidió indultando a altos directivos del Banco Santander y el Gobierno popular se estrena indultando a dos corruptos- un Director General de cuando gobernaba Jordi Pujol y un empresario, militantes de Unión Democrática de Cataluña-, justificándose que los trámites se habían iniciado por el anterior. Nada hubiera impedido al actual el no estampar la firma de haberlo querido. La concesión de indultos es una facultad gubernamental legal que viene de antiguo y su propuesta no vincula la decisión de quien puede otorgarlo. Los indultos referidos no parecen corresponderse a casos de especial gravedad; pero si resultan escandalosos por lo que puede subyacer tras ellos.

Tales indultos y otros anteriores en favor de determinadas personas relevantes o vinculadas a círculos de poder, en nada desvanece la popular creencia que en lo relativo a políticos y peces gordos, cuando se apartan de la Ley, al final nada ocurre por mucho ruido mediático inicial que haya. Generalizada está la convicción que unos se tapan a otros, que hay intercambio de cromos o responden al pago por silencios.

No resulta extraño el escepticismo ante enfáticas proclamas de ¡ Igualdad ante la Ley ! y que ¡ La justicia es igual para todos!.  La respuesta merecida sería :"A otros con ese cuento". Según quién y cuál caso, diferentes son las varas de medir. Si tanto se ha hablado de regeneración democrática y de ejemplaridad, que empiece ya para que podamos confiar y creer.

Dicen que el fuego que hace arder las fallas es purificador. Anoche se levantaron en alto ("la plantá") a la espera de ser quemadas( "La cremá) la noche de San José. Los muñecos( "ninots") al arder, son el símbolo de la purificación de los  personajes y vicios que representan. De la quema se salvan los muñecos indultados (“ ninots indultats”) por su  artístico perfeccionismo.

Los gobiernos. que tienen la facultad de indultar, se guían con demasiada frecuencia por otros criterios, cuando salvan de las llamas carcelarias a quienes no lo merecen y dejan consumirse en cenizas a otros sencillos “ninots” cuya purificación interior ha pasado desapercibida al estar arrinconados.

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