miércoles, 12 de septiembre de 2012

ESPAÑA SIEMPRE TOCA

 

"En este momento no toca, el lio, la disputa y la polémica", añadiendo "toca la unión y la colaboración. Toca crear empleo". Así contestó Mariano Rajoy en la rueda de prensa televisada que concedió ante anoche, cuando fue preguntado sobre la "Diada" independentista a celebrar ayer en Barcelona y las reiteradas reivindicaciones soberanistas o secesionistas; la impresión recibida por muchos fue la de " pelillos a la mar", aunque no fuera ese su sentir.

Bien está que se preocupe del paro, déficit y rescate, aunque poco o nada concretó más que declaración de intenciones y muchos interrogantes en el aire, posiblemente por la prudencia en estos momentos tan difíciles; pero que todo un Presidente del Gobierno de España se pronuncie de tal guisa, ante los peligros y desafíos a la unidad del país cuya gobernación le ha sido encomendada, salvo que utilizara esas palabras en sentido coloquial muy deliberadamente para no potenciar lo que van buscando los independentistas, es como mínimo desconcertante.

La nación española, la más antigua de Europa, está cimentada desde siglos por sucesivas generaciones que han tenido a gala acuñar el "orgullo patrio". Es un tesoro recibido en herencia que debemos preservar y legar a las que nos sigan, por mucho que unos desquiciados e iluminados sembraran, en su delirio, la semilla separatista que otros han ido abonando con el estiércol sintético a base de falacia histórica y megalomanía, regada por los encapuchados del País Vasco con la sangre y la libertad de los inocentes ante la indiferencia nacionalista. Nada extraña de todos ellos y menos la consabida cantinela del " anhelo de plenitud nacional" proclamado por Artur Más.

En la Constitución se reconoce "la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles",especificando los encargados de velar por su integridad; pero nos da la impresión que faltan redaños y hay demasiados que se tapan oídos y ojos para no oír y ver. La cosa es que entre melifluos anda el juego y nadie le pone el cascabel al gato.

Dijo Rajoy que obra pensando en el bien general de España, aún haciendo cosas que no le gustan ni pretendía, obligado por las extremas circunstancias adversas. Mas, previo a ciertas concesiones a los insaciables nacional separatistas, haría bien en recordar lo que reiteradamente repetía el filósofo Julián Marías sobre que no hay que perder el tiempo en intentar contentar a quien nunca se sentirá bastante satisfecho,

Por la perplejidad creada no es de extrañar que ayer nos abordara en la calle un militante activo del PP, interventor en varias elecciones y que vio la entrevista diciéndonos: " Yo no me he matado(por el partido) para esto, yo no me he roto los cuernos para esto, porque es una traición" refiriéndose tanto a " En este momento no toca....." y a lo que respondió Rajoy sobre el terrorista Bolinaga, esa alimaña de la que por dos veces dijo que pesaba cuarenta y siete kilos.

Nos viene a la memoria cuando Don Juan, en mil novecientos setenta y siete, al abdicar en favor de su hijo y actual Rey D. Juan Carlos, se cuadró ante éste y puso énfasis al decir: " Majestad,por España, todo por España, Viva España. Viva el Rey". Han pasado los años, se han difuminado las lealtades; pero España siempre toca y está en el corazón de sus hijos.

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