No ha estado afortunado el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en sus prédicas agosteñas revestidas de airada contundencia, más propias de algún antiguo beneficiado o canónigo catedralicio. Tan solo le faltaron las bermejas vestimentas que disimularan su televisivo aspecto aparentemente orondo y el púlpito reservado antaño a los oradores sagrados.
Cuando la ocupación de la finca Palacio Moratalla propiedad del Duque de Segorbe, por parte de las huestes del "indigenista-palestino" Sánchez Gordillo, no dudó en calificarla de " superchería y patochada" en connivencia con el propietario, insistiendo en "Que se sepa que ha sido una connivencia, que no se juegue con el Estado de Derecho, que no se juegue con la Policía, con la Guardia Civil y que no se juegue con la imagen de España". La afirmación de connivencia fue desmentida por el Duque y la verdad es que fueron más convincentes sus palabras y versión de los hechos que lo afirmado por el Ministro.
En la polémica desatada al conceder el tercer grado, esgrimiendo razones humanitarias, al asesino y secuestrador etarra Bolinaga, anda empecinado en sus trece escudándose que estará a lo que determine la Justicia, cuando es su Departamento el que facilitó la llave, pudiendo no hacerlo, para que el Juez le abra la puerta.
Y ya, empezado Septiembre, en la reunión del Comité Ejecutivo del Partido Popular celebrada ayer, según también recogen las noticias, calentó el ambiente al decir que ETA está derrotada y sacó a relucir el asunto Bolinaga, refiriéndose a precedentes similares en el Gobierno de Aznar, replicándole serenamente el que con éste fue Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja,: " ..ETA no está derrotada, está a punto de ganar unas elecciones" y "Comparar la de Bolinaga con otras excarcelaciones es una verdad a medias; o sea, la mayor de las mentiras". Mayor Oreja hace tiempo que desveló la estrategia de ETA y su entorno, sus juiciosos pronósticos se cumplen.
Dijo en una ocasión Jorge Fernández Díaz que "La política es un magnífico campo para el apostolado". El apostolado se puede ejercer en todos los campos siempre que se predique con el ejemplo sin alardear de ello, ponerse al servicio de los demás, convencer, no imponer y sobre todo siendo fieles a la verdad.
Dicen que Jorge Fernández es personalmente hombre amable, cortés y de profundas creencias religiosas, lo que no admite reproche alguno ni procede cuestionar; pero el Ministerio del Interior, por sus peculiaridades, es de los que más problemas de conciencia suelen acarrear cuando se tienen unos principios y valores rectos y quieres ser fiel a ellos. No es imposible compaginar lo uno con lo otro, costoso y difícil sí.
Mayor Oreja siguió la partitura de Aznar, Fernández Díaz sigue la de Rajoy. Entre uno y otro estuvo el maquiavélico manipulador que decía saber todo de todos, Pérez Rubalcaba, que interpretó la de Zapatero y a quien la cartera de Interior le venía como anillo al dedo por eso de que el fin justifica los medios.
Sigue siendo un misterio lo de la larga entrevista mantenida por el ya ex-Presidente Zapatero con el flamante nuevo Ministro del Interior, Jorge Fernández. Ante tanto mutismo hay quienes sospechan que fue para desvelarle los conciertos comprometidos con su obra musical y la conveniencia de seguir ejecutándola. Rajoy, que bien debe saberlo, dice que no; hay que atenerse a los hechos.
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