domingo, 24 de marzo de 2013

BANDERAS EN CONTRA DE…

 

Entre el levantar de banderas contra situaciones de desgracia e injusticia, suelen colarse los que en las reivindicaciones y el modo de llevarlas a cabo destacan por la visceralidad, el asilvestrado partidismo o el de ideologías sectarias, por encima de la noble causa que dicen defender; ésta, a menudo, es el pretexto. Así, más que enarbolar bandera a favor de..., la empuñan en contra de..., con lo que flaco servicio le prestan a aquellas y a la organización o grupo a la que pertenecen, inclinándose siempre por la siniestra doble vara de medir.

Eso parece subyacer en los acosos a algunos dirigentes del Partido Popular, perpetrados por ciertos elementos de la plataforma anti desahucios, llegando al insulto personal, la intimidación, el señalamiento público de sus domicilios particulares y no precisamente para que les llegue una postal de paz por Navidad. La última " heroicidad", según ha trascendido a través de los medios, ha sido el empapelar el acceso a la vivienda de un destacado político con fotos suyas- la del dirigente popular- y aporrear la puerta de su domicilio en el que se encontraban sus hijos y no él.

Pocos o nadie están a favor de los desahucios que dejan a una familia a la intemperie; pero es una canallada instrumentalizarlos como arma arrojadiza contra el adversario, señalándole cual enemigo público. Lo que hace falta es adecuar la legislación a esta desgracia social, en qué casos y condiciones, y que haya el mayor consenso parlamentario posible.

El Gobierno dio los primeros pasos con un decreto en noviembre del pasado año en el que, por razones humanitarias, se paralizaban durante 2 años los procesos judiciales o extrajudiciales en marcha para reforzar la protección de los deudores hipotecarios, según casos de especial vulnerabilidad y fijando un tipo máximo de nivel de renta.

Fue una medida de urgencia y, como tal, insuficiente y con puntos controvertidos, que precisa de una solución legislativa. A tal fin responden los 2 proyectos de ley presentados en el Congreso, uno de ellos en iniciativa legislativa popular sobre paralización desahucios, dación en pago y alquiler social. Así y todo, se deberá tener en cuenta el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las cláusulas abusivas de las medidas que regulan en nuestro país los procesos de desahucio por impago de hipoteca.

El Gobierno y los diferentes partidos, sensibles aquel y éstos hacia tan grave problema, hacen sus propuestas en busca de la ley que pueda resultar más equitativa y adecuada, dándose divergencias sobre el fondo, alcance y ritmos. Es en el Parlamento, haciéndose eco del clamor social, en donde democráticamente se debe buscar la respuesta esperada y deseable, y no en la calle por procedimientos totalmente rechazables cuando se ejecutan mediante la injuria, el amedrentamiento, invadiendo la intimidad o por otras vías incívicas totalmente rechazables.

Por lo tanto, que nadie instrumentalice y se aproveche políticamente de este drama social, ni cobije ni mire para otro lado cuando los energúmenos, en su imitar batasuno, apuntan maneras del preámbulo que suele anteceder a todo " progrom".

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