Para enseñar hay que saber y saber explicar. Muchas asignaturas se atragantan cuando el respectivo profesor carece de aptitudes didácticas, aunque domine bien la materia a impartir. Aún estando versado en ésta y siendo experto docente, hace falta preparar la lección y conocer las características del alumnado, de tal modo que la exposición sea inteligible y atrayente.
Lo anterior viene a colación del informe presentado recientemente por la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid sobre la decepcionante y asombrosa falta de conocimientos básicos en un elevado número de opositores a plaza de profesor en la escuela pública.
El informe recoge ejemplos de ignorancia tales como: no saber ordenar decimales de mayor a menor, contestar que Albacete, Ciudad Real y Badajoz son provincias andaluzas, identificar escrúpulo como la salida del sol, faltas de ortografía (anbito, hacercar, bolcán, veverlo, incapie, …), fallos a la hora de situar Ceuta y Melilla en un mapa, etc.
Resultado: En 2011, el 86% de los opositores a profesor en centros públicos educativos de Madrid no superó la prueba. El hecho de que se presentaran de diversas partes de España indica la extensión del cultivo calabacil.
Algo muy grave, que viene arrastrándose desde años, está pasando en el sistema educativo español. Si a ello se añaden los despropósitos localistas que priman en ciertos niveles de la enseñanza a nivel autonómico, está servido que la incultura se fomente en las aulas. Y ya, cuando se arrincona el idioma común- español o castellano- en algunas autonomías y se consiente, es que España se ha convertido en el país del esperpento, en una torre de Babel en la que nada se entiende.
Al alumno hay que enseñarle, proporcionarle una formación integral y exigirle esfuerzo y codos. Una formación básica en las diferentes ramas del saber es la llave que permitirá adentrarse posteriormente en el camino que conduce a la docencia generalista o la especializada.
Si fuera así, muchos de tales opositores a las plazas de profesor no tendrían por qué creer estar ante marcianos si, a título de ejemplo, en la prueba se les plantease la siguiente cuestión formulada hace años entre las de acceso a la Universidad : “ Se ha definido la libertad como iniciativa creadora, como dominio de los propios actos, como el modo de obrar según la propia naturaleza. Coméntese cada una de estas definiciones y dígase en qué sentido pueden ser verdaderas y en cuál pueden no serlo”. Eran otros tiempos y se llamaban maestros.
Los sindicatos del sector de la enseñanza de UGT, CCOO y ANPE están que se suben por la paredes. Para ellos, el informe carece de" rigor" y es un " escarnio público y gratuito" al profesorado. Bien está la defensa de los docentes y el respeto por parte de todos; pero ciertas respuestas a las pruebas de oposiciones y exámenes, son de espanto. Mejor será salir por piernas y escapar para que no nos alcance el trote borriquero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario