Tras la revelación de algunos SMS que el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, envió a Bárcenas, el PSOE e IU han pedido su dimisión, exigiendo también ésta última formación la convocatoria de elecciones generales anticipadas. Nada en especial revelan los citados mensajes, dejando aparte su inoportunidad, salvo que Rajoy daba largas a las pretensiones del ex tesorero del PP y que no accedió a impulsar el relevo del Fiscal Anticorrupción que avalaba las actuaciones fiscales en contra de Bárcenas.
En cualquier caso, al margen de otras y distintas valoraciones que cada uno pueda hacer sobre los mensajes en cuestión, es un despropósito y gran irresponsabilidad solicitar por tal motivo la dimisión y el adelanto electoral, habida cuenta la difícil coyuntura económica, política e institucional en la que se encuentra España. Otra consideración cabría si se formalizase una hipotética y fundamentada imputación penal, lo que no ha sucedido hasta la fecha, o si él y demás integrantes del Gobierno se vieran obligados a ello porque prosperase una eventual moción de censura, lo que parece descartable.
Nada solucionaría la dimisión por la causa planteada, acarrearía mayores problemas aunque el relevo se hiciera ordenadamente dentro de las propias filas populares. En principio se resentiría la ya asentada interlocución a primer nivel con el exterior, especialmente con la UE y mercados, creando incertidumbres que en nada nos benefician. El reemplazo del titular de la Presidencia del Gobierno por dimisión, cuando no se ha agotado la legislatura, generaría desconfianza y obligaría a desperdiciar el tiempo para recomponer las expectativas que, aunque tibias, parecen vislumbrarse.
Peor sería un adelanto electoral, a todas luces innecesario. Con el PP y el PSOE en gran descenso de intención de voto que les imposibilitaría para gobernar por sí solos, a no ser con diversas y extrañas alianzas, el mapa político aparecería fragmentado en un mosaico de colores en el que tendrían peso las izquierdas más montaraces y los separatistas, haciendo imposible la gobernabilidad y la estabilidad de la Nación.
Parece ser que hoy se ha explayado Bárcenas en su declaración ante el Juzgado, aumentando la expectante tensión. Que la Justicia siga investigando, resuelva y a ello habrá que atenerse en su momento. Respecto a cuestiones éticas sin trascendencia penal y dado que ningún partido o pocos están en condiciones de dar lecciones, un mínimo de patriotismo de todos los que dicen tenerlo les debería llevar a desprenderse de hábitos y conductas rechazables que vienen arrastrando desde años, emprender el camino de la regeneración y actuar pensando en el bien superior de España y sus ciudadanos que está por encima de personas e ideologías. Intentar razonar con los que el bienestar de los españoles y la unidad de la Nación les importa un bledo, es como dar cabezazos contra la pared.
Criticables pueden ser las insuficientes explicaciones de Rajoy sobre el caso Bárcenas, aunque hay que reconocer que es arriesgado entrar en el juego cuando no se sabe cuántas cartas marcadas o guardadas en la boca manga lleva el tahúr que las reparte.
Cualquier partido de los que nos gobiernan ha perdido fuerza moral para dirigirse a los ciudadanos, porque no han dado ejemplo y se han lucrado con impuestos pagados por todos los españoles, unas veces por acción y otras por omisión sus líderes son los responsables de lo sucedido en sus partidos. En cualquier país anglosajón, con auténticas democracias, hace tiempo que habrían dimitido, pero este es el país de los "chivos expiatorios".
ResponderEliminarEn España no existe la cultura de la dimisión. Opino que Bárcenas no es chivo expiatorio. Los primeros implicados nada santos de la Gurtel le llamaban " Luis el cabrón". Por algo sería. Matiz importante: diferenciar el chivo expiatorio del cabrón. Pastan en todos los partidos.
ResponderEliminarSea "cabrón" o no el tal "Luis" la ha liado parda. Lo que está claro es que el PP ha defraudado a su electorado, no ya por este tema, sino también por muchos otros. Y a todos parece importarles un "pito" España. Ya veremos a quien votamos, si es que hay alguien que se lo merezca. ¡Viva España!
ResponderEliminarPalo es lo que hace falta en España. Pero mucho palo. Sinverguenzas. No tienen nunca bastante. Ni drechas, ni izquierdas: todos. PP, PSOE, IU, PNV, CyU, todos corruptos y el pueblo español soportando a estos canallas; asesinándonos a impuestos para que los granujas sigan viviendo de maravilla. Han anestesiado a los españoles y nos conformamos con votar cada cuatro años. ¡Qué bien! Estos es democracia.
ResponderEliminar¡¡¡ QUÉ ASCO !!!
Felicitaciones por el artículo, y mi total respeto tanto al autor de este magnífico artículo, así como a los comentarios que me preceden por su pasión.
ResponderEliminarQuiero sin embargo y desde mi perspectiva el trasladar un punto de vista diferente a lo comentado.
Tendemos de forma general los simpatizantes, afiliados o votantes del partido popular a sufrir las crisis internas que se producen, tal vez en exceso potenciando desmedidamente la causas de la mismas.
Esto no justifica ninguna acción de los sinvergüenzas que se hallan en el partido para lucrarse, pero no podemos y no debemos generalizar, ya que ello nos lleva a conductas de ideas preconcebidas que finalmente nos hacen observar una visión subjetiva y desmesurada del problema.
Que hay casos de corrupción, por supuesto que los hay y los habrá, ya que la propia conducta del ser humano, hace que algunos tengan la tentación de delinquir. Pero ojo, el Partido Popular no son los Bárcenas, los Gurtel, o lo que sea, no. Eso es sencillamente un insulto y una falacia a centenares de miles de afiliados a este partido, y a las miles de personas que ejercen con responsabilidad sus respectivos cargos y en muchos casos incluso sin contrapartida económica por su trabajo, solo por el hecho de espíritu de servicio. Éste es también el partido de Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordoñez y de tantos que han dado su vida por el ideal y el proyecto que representa el PP, y el de los concejales en situaciones complejas que con total vocación trabajan diariamente por sus respectivas localidades.
Es obvio que nuestro sistema judicial funciona, que la propia fiscalía del Estado funciona, y que el Gobierno está actuando como debe de actuar, dejando la responsabilidad a quien desde el poder judicial tiene que hacer su trabajo, y estoy convencido de que aquellos que delinquen finalmente están y estarán donde deben de estar, que es en la cárcel.
Es en los tiempos de crisis cuando hay que tomar decisiones difíciles y complejas, es donde destaca la responsabilidad de las medidas, aunque las mismas sean impopulares y,desde luego,no le podemos negar a este Gobierno que desde que se hizo cargo de la Nación está tomando dichas decisiones, nos gusten no. Eso es gobernar. Ya no nos acordamos que hace un año nadie daba nada por este país. La confianza de los mercados ha vuelto, la primera de riesgo está controlada, empieza a fluir el crédito y el pago a los proveedores de la Administración, los proyectos de la Ley de Transparencia y el de la Reforma de la Administración están en marcha, etcétera, etcétera. Se les podrá criticar, pero desde luego es justo afirmar que se está gobernando con seriedad y tomando las medidas que hay que tomar. Felicitaciones de nuevo por el artículo.