Santiago de Compostela, toda la Coruña y España entera se han vestido de luto. Un accidente ferroviario ocurrido poco antes de las veintiuna horas de hoy, a la entrada de Santiago, ha arrojado hasta ahora la cifra de treinta y cinco fallecidos, sospechándose que aumentarán a medida que se avance en las labores de rescate, y numerosos heridos. Se suceden las llamadas a donantes de sangre que, seguro, no faltarán. Los familiares y amigos de los que viajaban en el tren, presas de angustia esperan noticias con el corazón desgarrado por si les llegara el fatal aviso.
Ocupado en redactar la entrada anterior ( " JMJ-2013 y Evangelización" ), ignoraba la tragedia ocurrida de la que me alertó un amigo, una vez concluida aquella. El resto es fácil de imaginar: corriendo a conectar el televisor, mucha pena y dolor.
Una oración por las fallecidos y la pronta recuperación de los heridos, condolencias a familiares y amigos de las víctimas. Acaba la víspera de Santiago con una España que se viste de luto, con una España unida en el dolor.
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