Suele ocurrir que a veces felicitas a un conocido en su onomástica con el tradicional ¡Felicidades! y la respuesta recibida es la pregunta: ¿Por qué ?, teniendo que aclararle que por ser el día de su santo. Entonces te dice que lo ignoraba y, en todo caso, que nunca lo celebra, pues lo que festeja es el cumpleaños.
Esto viene repitiéndose con cierta frecuencia, pudiendo ser en determinadas ocasiones un indicador más, si se quiere no relevante de por sí sólo, del desarraigo cristiano que progresa desde hace años, en especial en diversos sectores de la juventud y en algunos maduritos. Puede ser porque en la infancia no se les inculcó el recordatorio o que, posteriormente, se fue abandonando por diversos motivos para resaltar exclusivamente el " Happy birthday ", con canción, tarta y velas.
Ambas efemérides pueden coexistir, incluso revistiéndolas con algún gesto especial por sencillo que sea. Se nació en una fecha que se recuerda, se nos impuso un nombre de evocación religiosa- aunque los hay sin esta relación- y al menos, por curiosidad, se deberían tener memorizados el día en que litúrgicamente se conmemora nuestro santo y una breve semblanza del mismo.
Diferente es cuando el olvido del santo o del cumpleaños se excusa con "... no sé ni el día en el que estoy", dando a entender los transitorios quebraderos de cabeza o de estado anímico que envuelven a quien así se expresa. Caso distinto si se está ante problemas de salud que afectan gravemente a la memoria, o se ha perdido hasta la noción de quién es uno.
Habitualmente es el interesado quien suele anunciar, si tercia, la fecha de su cumpleaños, aunque hay remisos a aceptar el inexorable paso del tiempo a partir de cierta edad, lo que no impide que siga su curso. Ciertos nombres, por populares y comunes, no suelen precisar de recordatorios de la onomástica; pero pueden llevar a dudas, al que desea felicitar, cuando se conmemoran bajo advocaciones distintas y, por tanto, en fechas diferentes, dando lugar a repetidas felicitaciones que se agradecen por la buena intención que las guían.
En cualquier caso, sigamos cantando el " Cumpleaños feliz" y festejemos el día de nuestro Santo, acompañados siempre de los cariñosos parabienes que no deben faltar.
Es cuestión de ser un poco, solo un poco detallista con aquellos que queremos o apreciamos, actualmente hay muchos medios a nuestro alcance para recordar ciertas fechas. ¿ Cuántos son felicitados y olvidan o ni se molestan en recordar, fechas de quienes si lo hicieron ?. Querer es poder y cuando se quiere se puede, no es tan difícil, no cuesta tanto trabajo, solo es cuestión de saber y querer ser un poco solo un poco detallista.
ResponderEliminar