Personajes de la fauna de izquierdas han dirigido una carta al PSOE, en vistas a la próxima Conferencia Política que este partido va a celebrar, ofreciéndose para sumarse a un proyecto que lleve a la " derrota de la derecha", a la "regeneración de la política" y acusando al Gobierno de "proteger los intereses de los poderosos". Entre los diversos firmantes se encuentran José Carrillo- hijo del ya fallecido y ex líder del PCE Santiago Carrillo-, actual rector de la Universidad Complutense de Madrid, convertida en fortín del sector estudiantil anti sistema; Gaspar Llamazares, en otrora Coordinador General de Izquierda Unida, dominada por los comunistas; y el que dejó de ser Juez estrella, al ser condenado por prevaricación, Baltasar Garzón, a quien le gusta estar en todas las salsas que le permitan saciar su egolatría, el afán de notoriedad, la posibilidad de ajustar viejas cuentas y pasar facturas.
La obsesión por " derrotar a la derecha", compartida por el PSOE, podría resultar un arma de doble filo si, en el próximo año, los signos de recuperación económica y creación de empleo se percibieran con un mínimo de nitidez que llevase a reconocer positivamente la labor gubernamental y a recuperar pérdidas de confianza y desencanto en el partido que sustenta el Gobierno. Podría suceder, incluso sin que tales señales fueran evidentes, que los votantes tradicionales del PP se movilizaran en las próximas elecciones generales e hicieran piña en torno a dicho partido; lo que no sería descartable, pese a ciertas frustraciones, si en lo que queda de legislatura vieran la luz algunos temas pendientes de cumplir, ajenos a la crisis y sus consecuencias, relativos a principios y valores esenciales compartidos por la inmensa mayoría de su electorado.
No sería fácil, pero tampoco hay que desecharlo pese a las incertidumbres que flotan en el aire; máxime si se tuvieran en cuenta los últimos periodos socialistas que nos trajeron la catástrofe, y los "espontáneos " ofrecimientos, que se dice fueron concertados con alguna destacada figura del actual aparato socialista, para barrer a la derecha. No es Rajoy la pieza a cobrar, se trata de que el PP no vuelva a gobernar. Las consignas insidiosas seguirán martilleando para ver si cuelan. Compete al Gobierno y a su partido el neutralizarlas con palabras y hechos.
El problema no reside en la legítima alternancia de los dos mayoritarios partidos en el poder. Va más allá: el peligro de un " frente popular", renovado y de nuevo cuño, que hiciera añicos España. Es deseable que en la Conferencia Política del PSOE surjan voces sensatas que, alejando frentismos y pájaros de mal agüero, diseñen la andadura que destierre las fijaciones fóbicas contra la llamada derecha. El tiempo dirá.
Me preocupa la situación de la economía española y sobre todo el ejemplo que muchos dan desde arriba.A lo largo de la historia de los últimos cien años las políticas como la que lleva el PP actualmente trajeron cambios muy importantes:caída de la dictadura de Primo de Rivera,caída de la monarquía y llegada del Frente Popular en 1936.
ResponderEliminarSe espera que cambie la situación económica con las medidas actuales,algo muy problemático porque la deuda externa sigue en ascenso con cifras impresionantes en pagos de intereses.Además las previsiones no avanzan mejoras en el paro real-si se va la gente al extranjero disminuyen las cifras-,y lo que es peor,muchos de los nuevos empleos son improductivos y se están perdiendo los productivos.¡Ojalá me equivoque!