PETICIÓN DE INDULTO PARA UN ALCALDE.

 

Con la escandalera que hay armada por los repetidos indultos a políticos de diverso signo, condenados judicialmente, salta la noticia de que un elevado número de diputados populares, de las Cortes de la Comunidad Valenciana, han firmado la solicitud de indulto en favor del Alcalde de Torrevieja, condenado a tres años de prisión por falsedad y prevaricación, cuando aún no ha ingresado en prisión.

Parece inapropiada tal iniciativa por parte del diputado que la promovió y de sus compañeros de escaño que la secundaron, pues va en contra dirección a la regeneración de la vida pública que todos propugnan, pese a la mayoritaria estima y confianza que en el regidor torrevejense tienen depositada sus paisanos, varias veces demostrada en las urnas.

En todo caso, debería haber sido una solicitud de gracia reservada a los propios vecinos, que tan buen concepto tienen de él, y a los conocidos que, a título individual, creen que es merecedor de ella por estrictas razones de Justicia; pero, aún así, no resulta estético que la petición de firma voluntaria se repartiera en el edificio que alberga las Cortes autonómicas.

Si se quiere avanzar en la regeneración democrática y recuperar la mucha confianza perdida en la denominada clase política, hacen falta hechos y gestos. No se debería incurrir en actitudes equívocas que muevan a la menor sospecha de corporativismo político. Cuando menos, y con la que está cayendo, además de antiestético, se ha incurrido en inoportunidad, poniendo en tela de juicio la proclamada y deseada ejemplaridad.