viernes, 5 de marzo de 2021

EL RETO POR LA PAZ

 Los caminos en búsqueda de la codiciada paz son largos y llenos de obstáculos. Su consecución resulta muchas veces frágil, pudiendo quebrarse en cualquier momento, si no se asienta sobre cimientos fuertes y la voluntad unánime de alcanzarla y preservarla. Históricamente y a nivel mundial es una utopía, ya que cuando se consigue en alguna parte, la belicosidad estalla o continúa en otras, haciéndose realidad el aserto “ Homo lupus homini est “( El hombre es un lobo para el hombre ). Pero no por ello hay que resignarse a tal fatalidad, sino esforzarse para conseguir la paz, abandonando egoísmos, supremacismos, intenciones e intereses perversos.

 
La auténtica fraternidad es esencial para abordar el reto por la paz, ennobleciendo a los que ponen en ello su empeño. Todos, en mayor o menor medida, deberíamos contribuir a tan deseado ideal. Hagamos nuestra la oración de S. Francisco de Asís: “ Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que allá donde haya odio, ponga yo amor. Donde haya discordia, ponga yo unión. Donde haya error, ponga yo verdad. Donde haya duda, ponga yo la fe. Donde haya desesperación, ponga yo esperanza. Donde haya tinieblas, ponga yo luz. Donde haya tristeza, ponga yo alegría....”

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