PANCATALANISMO

 En el periódico, “ Las Provincias “ de ayer se informaba detalladamente sobre los “ 3,1 millones de ayudas pùblicas al catalanismo en pandemia “, concedidas a entidades pancatalanistas valencianas y provenientes de las administraciones públicas valencianas, catalanas y estatales durante 2020, o sea: “ 230.000 euros más que los percibidos por esas mismas instituciones a los largo de 2019”, cuando desde marzo de  2020 sus “ actividades estaban suspendidas “ por la pandemia.

 

La unidad de la lengua catalana es uno de los pilares fundamentales para conseguir la entelequia de los llamados “ Países catalanes”, sustituyendo por aquélla el valenciano y las distintas variantes autóctonas de las Islas Baleares. En éstas ya se ha conseguido, y en la Comunidad Valenciana avanza desde hace años, pese a la oposición y numerosas protestas en contra de ello. Tal implantación, con pretensión monolingüistica y arrinconamiento del castellano, empezó con la enseñanza, en algunos medios de comunicación y bajo el impulso de determinadas corrientes políticas izquierdistas y nacionalistas, así como en sectores  acomplejados y esnobistas de la  “ progresía “ intelectual, con el riego de dinero público e infracción de la legalidad constitucional.

 

El amor o apego a las lenguas territoriales autóctonas no debería llevar a esa ojeriza contra el idioma común, el español o castellano, que nos une a todos los hispano-hablantes, y es utilizado por más de 500 millones de personas en el mundo. El uso y la enseñanza de las lenguas o hablas regionales, que también son españolas, no debería llevarse al extremo de preferencia o superioridad sobre la grandeza y riqueza de la común, que nos es propia y orgullo de nuestra literatura.