domingo, 14 de marzo de 2021

HOY HACE UN AÑO

  

 
 
 
Hoy se cumple un año del Decreto del Estado de Alarma, prorrogable por la expansión del Covid-19 en España, que imponía a la población el confinamiento domiciliario, salvo para los desplazamientos indispensables por causas de fuerza mayor. Al día siguiente, el número de contagiados superaban, según fuentes oficiales, los 7.800 en todo el país, y el de los fallecidos aumentó a 293.  Hasta la actualidad los contagiados han sido unos 3.200.000, y los fallecidos rondan o superan los 80.000. La magnitud de la tragedia humana y económica arrastrada desde entonces es bien sabida, así como el levantamiento del confinamiento, repuntes y descensos de la pandemia, desescaladas apresuradas, nuevas cepas, restricciones de los desplazamientos imprescindibles, que desde el primer momento estuvieron, y nuevos confinamientos en determinadas zonas y circunstancias, etc..., y en eso seguimos, con la incertidumbre de cuándo acabará esta pesadilla horrorosa.
 
La pésima gestión del Gobierno, cuando ya se preveía lo que iba a suceder, fijándonos en lo que ocurría en la cercana Italia, es evidente. Ni siquiera se disponía al principio de los elementos de protección necesarios. Pero aparquemos los reproches. Recordemos a las víctimas, reconozcamos el esfuerzo titánico del personal médico-sanitario y el trabajo de los otros colectivos imprescindibles que, desde el primer momento, estuvieron a la altura de las circunstancias y en ese desempeño impagable siguen, aun a costa de su salud y peligro para sus vidas.
 
La pandemia ha sido y sigue siendo un mal que nunca se olvidará. Ha cambiado nuestra forma de vivir, profundizando en el sentido y la fragilidad de la  existencia humana, en el modo de relacionarnos y originando temores y muchas secuelas psico-emocionales, además del quebranto gravísimo de la economía nacional. Esperemos que no venga una cuarta ola. Algunos expertos opinan que sería más mortífera. Si llega, y no estamos inmunizados contra ella, continuaremos con el “ via crucis “, y los árboles de las calles desiertas serán cipreses.  
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario