lunes, 15 de agosto de 2022

LA FORESTA SIGUE ARDIENDO

  

 
 
La foresta arde con ferocidad destructora;
 
las llamas queman y arrasan, a velocidad pavorosa,
 
todo lo que encuentran a su paso:
 
bosques, frutales, campos de labranza y animales calcinados.
 
El fuego infernal se aproxima a pueblos y urbanizaciones circundantes,
 
hay que desalojar, por precaución, a miles de personas,
 
huyendo con lo puesto encima, más lo indispensable
 
para la urgencia del momento si se lo concede el escaso tiempo.
 
Se van sin saber lo que durará su ausencia,
 
condicionada al riesgo para su vida y morada,
 
y el panorama que encontrarán su regreso.
 
Ímprobos esfuerzos desplegados por los equipos de extinción,
 
tratando de controlar los incendios, no verse rodeados
 
ni atrapados por los mismos en trampa mortal.
 
Los cambios del viento, los calores abrasadores,
 
las alturas, los desniveles del terreno y la falta de lluvia
 
hacen más titánica y heroica su lucha.
 
Son tan numerosos los incendios, que ni por tierra ni aire
 
pueden estar, con la premura deseada, en todos a la vez.
 
Las hectáreas afectadas en nuestro país
 
son el cuarenta por ciento de Europa.
 
No debemos estar orgullosos por ser los campeones de esta “ copa “.
 
Los gobernantes, asesorados por los que saben las causas y remedios,
 
deben hacer autocrítica, adoptar las medidas preventivas pertinentes,
 
conocidas desde siempre por la gente del campo, pastores y ganaderos.
 
Que en el año próximo y venideros no se ensañen sobre España
 
los incendios y sus furias infernales.
 
Estamos a 15 de Agosto. La foresta ardiendo sigue disparada. 

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