lunes, 29 de agosto de 2022

PENAS Y PREVENCIÓN

  

 
 
 
 
 
 
La solución para acabar o reducir el número de agresiones sexuales y maltratos a las mujeres, no reside solo en aumentar las penas en aquellos casos en que la sanción punitiva no se considere proporcionada a su gravedad. Lo mismo puede afirmarse sobre todo tipo de violencia, con fines sexuales o de otra clase, con independencia del sexo del autor o autores que las perpetran. Ante los mismos hechos deberían contemplarse iguales penas, en función a las circunstancias concurrentes en cada delito concreto. El  Código Penal recoge las agravantes, atenuantes y eximentes, que el Juzgador debe valorar en su conjunto, según su criterio, antes de dictar la pena. Lo propio sucede con el Jurado cuando tiene que pronunciarse sobre la culpabilidad o inocencia del enjuiciado.
 
Las penas tienen una doble finalidad: la retributiva y la de reinserción social. Pero la casuística demuestra que, aun siendo necesarias, fracasan en muchas ocasiones, no disuaden y se vuelve a reincidir en el mismo u otros delitos. Por ello hay que, sin dejar de aplicarse y cumplirse aquéllas, insistir en lo esencial de la prevención. Esta implica una educación en valores humanos y ético-morales, que debe iniciarse en la infancia continuando durante el desarrollo de la personalidad, y que compete a la familia, centros educativos, poderes públicos y medios de comunicación, inculcándose el respeto a los demás, evitar las malas compañías, no seguir los ejemplos nocivos y aleccionar sobre las pautas de comportamiento, para no ser objetivo apetitoso y fácil de los victimarios. El indebido y mal uso de las redes, tan frecuente e iniciado muchas veces en la pubertad, es un peligro añadido, sumado al riesgo que conllevan los malos tratos y las conductas desordenadas e irascibles en el hogar y entorno familiar más próximo.
 
Hay otros factores que influyen en la delincuencia y la agresividad, pero su exposición requeriría un complejo y amplio estudio sociológico-criminológico por parte de los expertos en esta problemática. Así, pues , nos quedamos con lo escrito, que todos lo entendemos.

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