La celebración de la Victoria del 1 de Abril de 1939
es, hogaño, festividad prohibida.
Sólo se conmemora en privado por reducidos grupos,
fieles a la memoria triunfal del
pasado.
Con el paso de los años todo ha cambiado,
denigrándose lo que antaño era
exaltado.
La trágica e inevitable contienda
civil,
que duró 3 años, desatada por la
atrocidad
e ingobernabilidad republicana,
terminó con la derrota del Ejército
rojo.
La Historia del enfrentamiento armado y sus
causas
están bien estudiadas y documentadas.
Los herederos de los vencidos la
reinterpretan
a su gusto, confrontan a la sociedad
y abren heridas cicatrizadas.
Con el 1 de Abril empezó la
posguerra
que, tras un periodo de diversos avatares,
dio paso a la reconstrucción, el
progreso
y largos años de paz.
Los positivos logros, en intimidad o
con
afines, merecerán el próximo martes
un evocador y complaciente brindis, sin
rencor.
Marcar la diferencia con los vengativos es un
honor.
