Los “ dos bandos “ moraban en el olvido,hasta que Zapatero los rescató,resucitando viejos demoniosque Sánchez profundizó.Éste, con mando en plaza,y aquél, su asesor “ taurino “,le sopló al oído lo que, comopresidente de la “ corrida “, tenía que hacer.Se estoqueó al “ Toro de Osborne “,llevándolo con el arrastre,camino del desguace.No se sacó el pañuelo naranjapara indultar a la res brava,y sí, previamente, el rojo,para ponerle banderillas negrascuando no se dejó picar.El de color azul, concesiónde la vuelta al ruedo a laEspaña sacrificada, ya no se blande;aunque es brava y noble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario