Agitar a las masas, técnica de movilización,
para erosionar la imagen y castigar a
la
persona o ente, con motivo o sin él,
que se pretende desalojar del poder.
Cualquier reivindicación, apropiada
o desorbitada, es propicia para
ello,
convirtiendo al pueblo en el
justiciero
que, actuando como juez y parte,
condena sin ecuánime y objetivo
criterio;
anticipándose, por el desamparo, agravio
y dolor sufridos, al veredicto
judicial.
El “ Agitprop “ es una reminiscencia
soviética,
actualizada con supuestas buenas
intenciones;
que dejan entrever los partidistas intereses
de los que sacuden el plumero,
manipulando
los padecidos y sentidos por la gente
doliente.
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