Hace hoy 21 años de las
masacres
terroristas en 4 trenes trenes de
la
red de Cercanías de Madrid,
causando
193 fallecidos y más de
2.OOO
personas heridas.
No puede quedar en el
olvido
la infausta fecha, como
tampoco
determinadas dudas, que aún
persisten,
acerca de algunos aspectos de la
versión
oficial y la
judicial.
Sobre el “ Cui prodest “ de la
criminal acción
se pronunciaron diversas
teorías,
pero hasta el momento no se han
dado
fehacientes respuestas de a quién
benefició,
de la “ intelectual autoría “,
ni sobre la inequívoca
concreción de la “ trama “
urdida.
No obstante, para no dar lugar a
sensación
de conspiranoia, se acepta la
cosa juzgada
como verdad ( “ Res judicata pro
veritate habetur ).
Es evidente que, aparte del
desgarrado dolor y el
impacto emocional, hubo cambio de
Gobierno y
se incrementó la confrontación
político-social.
Recordemos lo que nunca debió
pasar. Vaya nuestra
repulsa y condena a los
desalmados terroristas,
cualquiera que sea su tendencia y
signo .
Son segadores de vidas inocentes,
como las
que iban en los
trenes de aquel fatídico día.
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