Como éramos pocos se sumó a la familia la perrita Bimba y la gatita Ronda. Para nada valió el criterio del “ pater familiae”, advirtiendo de las ataduras y obligaciones que conllevan el compartir techo con animales de compañía. Como suele suceder, se impuso el criterio y deseo de las féminas que, a la postre, son las que mandan. Ocurre que luego te encariñas con las nuevas inquilinas, bien atendidas y con gastos pagados.´
Al principio te dicen que ellas se encargarán de su cuidado, de sacar a la calle a Bimba para que haga sus “cositas”, pipi y “rollitos” que nada tienen que ver con los de primavera y vigilar para que Ronda no se escape. Pero, poco a poco, te van delegando algunas de las tareas, inicialmente aceptadas a regañadientes, y finalmente acabas comprometido convencidamente con la atención a los animalillos, llegando, por deber ciudadano, a retirar las heces venciendo con resignación las lógicas repugnancias.¿ Qué se va a hacer?, también con ellos el roce genera cariño,
A menudo caes en la cuenta que con el dinero gastado en su alimentación y veterinaria, se podrían atender las necesidades básicas de niños desnutridos en ciertas regiones africanas y de otros continentes. Para silenciar la mala conciencia procuras estirarte en los donativos caritativos a ellos destinados, que siempre podrían ser más si se prescindiera de gastos personales superfluos: un capricho, algún aperitivo, esa prenda que apenas vas a usar, costes por disfrutar de un puente o vacaciones, y así podríamos seguir en cosas no esenciales y por tanto prescindibles.
También acude a la memoria cuánta gente vive a tu alrededor sin nada que echarse a la boca, y reparas en los muchos frentes a cubrir. Ante tanta desazón, una reposada reflexión te lleva a concluir que si los gobernantes lo hicieran con justicia, destinasen a buenos fines los dineros que recaudan o reciben, dejasen de dar subvenciones estrambóticas, hicieran gala de austeridad, no gastaran tanto en propaganda ni en medidas que nada positivo aportan,…¡cuánta sed y hambruna del mundo desaparecerían!. De paso, las inquietudes que con frecuencia remueven las conciencias, amainarían.
Empezando con Bimba y Ronda, surgieron las posteriores reflexiones (abundando en lo que se dijo el pasado 27 de Julio en “ Hambruna en Somalia “ ). Como no es de esperar que quienes dirigen los destinos de las naciones, remedien los males de la humanidad, no queda otra alternativa,para quien no tiene vocación misionera o de desinteresado voluntariado en favor de los más necesitados, que echar algún sorbo placentero de lo bueno que ofrece la vida, sin olvidar a los que por compañía tienen el malvivir por las carencias básicas. demostrándoles el Amor con efectivos generosos gestos según las posibilidades de cada cual.
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PD.- No cae en olvido la solicitud efectuada en un comentario a “Cita veraniega con la Cruz”. Se intentará complacer lo que ahora, por carencias técnicas, no podemos. La foto, con móvil, se ha sacado.Ya veremos cómo sale.
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