Lo que sucedió ayer tarde en la puerta de Sol en Madrid, lobos agresivos anticatólicos atacando a corderillos de la JMJ, fue de auténtico bochorno. Llenó de contenida rabia a la mayoritaria gente de bien española, creyente o no. Los centenares de violentos agresivos mancharon la imagen de España, cebándose con una pacífica juventud, venida de todo el mundo, que llenó de espontánea alegría Madrid, y las demás ciudades por las que previamente pasaron, con bellas estampas de confraternización, armonía, plegarias, bailes y canciones, nacidas desde el Amor y por el Amor predicado por Jesús.
Las imágenes televisadas han levantado acta notarial de lo que nunca debió producirse. Nos sentimos avergonzados ante el mundo entero, al que pedimos perdón empezando por esa encantadora juventud de la JMJ que tuvo la desdicha de cruzarse con la canalla y ser blanco del odio que tienen contra el hecho católico y su máximo representante el Papa, SS Benedicto XVI..
Sabidos eran los riesgos de ser autorizada la manifestación auto titulada laica y atea, que no representa a laicos ni a ateos respetuosos con las creencias de los demás, como también era sabido que si se autorizaba su paso por la céntrica puerta del Sol los peligros devendrían en realidad. Por tal motivo, la Policía, Ayuntamiento y el Gobierno Autonómico, desaconsejaron el recorrido previsto; pero finalmente la Delegada del Gobierno de la Nación en Madrid lo autorizó.
Hay peticiones de dimisión o cese contra ella por todas partes; pero esta señora, ante hechos de tal trascendencia, no tiene iniciativa propia; es una simple amanuense del Gobierno socialista de Zapatero. La dimisión habría que pedirla en cascada, desde arriba hacia abajo, por haber propiciado, desde que Zapatero alcanzó el poder, el caldo de cultivo beligerante laicista y anticatólico.
Hemos escuchado la opinión de representantes sindicales de la Policía que estaban en el lugar, a una cadena televisiva: “Esto es una caos, no nos dan órdenes, la Delegada del Gobierno ilocalizable, hacemos una barrera para impedir que los de la JMJ sean agredidos y les aconsejamos se alejen de la plaza, se ha ordenado por la Policía que se cierre la boca del metro, los manifestantes nos lanzan botellas de vidrio, hay policías heridos, insultan y zarandean a los de la JMJ, se está iniciando una carga, hay detenidos manifestantes, desaconsejamos a la Delegada del Gobierno que no pasara la manifestación " anti-papa" por Sol, se está normalizando la situación…”Se retuvieron dichas palabras que se han procurado reproducir lo más textualmente posible.
La impresión que obtuvimos es que la Policía no recibió las órdenes de actuar como correspondía y procuró salvaguardar la integridad de los jóvenes de la JMJ. Las Unidades de Intervención Policial (antidisturbios) son muy profesionales, de lo mejorcito que hay en los países occidentales, saben hacer su trabajo, su larga trayectoria y experiencia en control de masas está más que demostrado; pero como dijimos hace unos días, al referirnos al vandalismo de Londres, cuando las dejan y, ahora añadimos, cuando las respaldan.
Esta desagradable provocación quedará registrada como lamentable e incívico comportamiento radical anti católico de cierta izquierda, que ha servido, a su pesar. de generalizada reprobación. Han montado," cual tontos útiles", un teledirigido " numerito" más con motivo de la JMJ. En nada empecerá a la multitudinaria y entusiasta bienvenida que le será dispensada al Papa, dentro dentro de unas horas, por más de un millón de jóvenes, deseosos de ver al Papa y escuchar sus palabras. La expectativas puestas en la JMJ no defraudarán.
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