Ayer nos sorprendió Zapatero con el anuncio de propuesta de reforma de la Constitución que permita fijar un techo de gasto y endeudamiento para todas las Administraciones del Estado, con el fin de reducir el déficit estableciendo un límite máximo que no pueda sobrepasarse. Así, de prisa, corriendo y con el acelerador a todo gas, pretende con, al menos, el apoyo del PP que la propuesta salga adelante con los votos necesarios en el Congreso y Senado.
Urgido por Merkel y Sarkozy se ha decidido a dar el paso, contando con el apoyo del PP, cuando ignoró, ridiculizándola, la propuesta que en tal sentido le hizo Rajoy hace más de un año. La moviola y hemerotecas dan fe de lo que entonces dijeron Zapatero y Rubalcaba. ¡ Vivir para ver!.
Quede para los especialistas la necesidad y concreción de fijar el techo, en lo que parece haber bastante unanimidad y es de cajón, y si se debe hacer a través de una reforma constitucional en la que no hay tanta. Lo que parece una pérdida de tiempo y dinero es la petición por una parte de la izquierda( en especial por IU, sin faltar voces de CCOO, UGT y del propio PSOE crítico ) que la reforma pretendida sea sometida a referéndum.( Rosa Diez también pide un referéndum, extensible a otros asuntos sustanciales por los que ya deberían haberse efectuado reformas constitucionales )
Estamos ante un asunto que escapa, por su complejidad, al ponderado juicio y mínimo conocimiento de la inmensa mayoría de los votantes , y por ello, fácilmente manipulables en asuntos de tal envergadura e influenciables por ciego seguidismo partidista ; aunque hay quienes opinan que está prevista dicha fórmula si es solicitada por un 10% de del Congreso o Senado indistintamente.
Aceptando, desde nuestro desconocimiento y buena fe, que es procedente la reforma constitucional propuesta( o la de leyes de menor rango en su caso,que sigan hablando los juristas), hace tiempo que por bien de España debería haberse afrontado, yendo de la mano PSOE y PP; pero no limitada a contener el déficit y mejorar la economía, si no ampliándose a otros asuntos vitales para la Nación, de puro sentido común y ampliamente demandados, cuales son los que afectan a la reorganización territorial( desmadre autonómico), educación, sanidad, prestaciones sociales, despolitización de la Justicia y sus organismos rectores mediante nuevo mecanismo de nombramientos que refuerce su independencia, reforma electoral, financiación de partidos, sindicatos y organizaciones empresariales. Así se podría seguir con toda una serie de temas pendientes, sobre los que la gente de a pie si tiene su opinión que podría expresarla mediante referéndum de ser preciso.
Pero, ¡ ay amigos!, estamos en España, el PSOE zapateril se cruzó un mal día en el camino, ocupó la finca, regaló el maná llovido o por llover entre sus elegidos con tal que le levantaran la cerca de espinos contra intrusos y España sangrando. Esta es la herencia que nos ha dejado y, por remate, un siniestro aspirante a sucesor y compañero de tropelías.
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