En Febrero de mil novecientos setenta y siete el equipo de trabajo dirigido por el Comisario Roberto Conesa liberaba en Madrid a los secuestrados por los GRAPO, Antonio Mª de Oriol y Urquijo y al Tte. General Emilio Villaescusa, presidentes respectivamente del Consejo de Estado y del Tribunal Supremo de Justicia Militar. Para dar la pública noticia del suceso, fue requerida por la Superioridad la presencia del Comisario en la rueda de prensa que se iba a dar, tomando asiento junto a la Autoridad ministerial que presidía la mesa. Terminada la exposición inicial de ésta, pasó la palabra al Comisario quien relató detalles complementarios contestando a las preguntas de los periodistas.
Fue la primera vez que se veía a un policía investigador compareciendo ante los medios que luego lo bautizarían como " el súper agente Conesa". Así empezó lo que devino con el tiempo en frecuente: policías y guardia civiles investigadores, pese a su natural inclinación a pasar desapercibidos, tener que prestar cara y voz ante cámaras y micrófonos; aunque cuando pueden escurrir el bulto lo hacen.
El trabajo de los policías y guardia civiles investigadores consiste en eso: investigar, informar de los resultados a sus superiores , al Juez y al Fiscal, continuar con los casos que llevan entre manos y ocuparse de los nuevos que les pueden entrar . El atender a los medios públicamente no es su cometido ni plato de su gusto, corresponde a los Gabinetes de Prensa y a la alta Superioridad; pero como " donde hay patrón, no manda marinero" en alguna ocasión se ven en la tesitura de prestarse a ello , " haciendo de tripas corazón", por eso de la imagen y dar a conocer el producto de un trabajo bien realizado.
Es por ello que sorprendió recientemente ver en un plató de televisión al Comisario que dirige la investigación por la desaparición de los hermanitos de Córdoba,Ruth y José, cuando el caso aún está por cerrar, contando algunos detalles y anécdotas de las pesquisas con sencilla naturalidad. Muchos son los indicios que incriminan al padre de las criaturas, José Bretón, en prisión preventiva por tal motivo.
No cabe pensar que el Comisario, vistiendo uniforme, decidiera por su cuenta sentarse frente a la cámara y los periodistas, sino que le encargaron el "marrón" para, tal vez, diluir la polémica sobre el cuestionado primer informe de la perito policial que dictaminó como correspondientes a roedores los huesos calcinados encontrados. Otra pericia privada posterior afirmó que los restos óseos eran humanos, a la que se adhirió la antropóloga policial tras nuevo estudio
Si hubo equivocación en el primer peritaje policial , como parece ser, cabría hablar de un error grave por la trascendencia del caso; pero al fin y al cabo error pues ya se sabe que " el mejor escritor echa un borrón". Errar es humano y rectificar es de sabios; se reconoce claramente lo que ha pasado y no hay que darle más vueltas.
Solo en el caso que hubiera habido manifiesta negligencia o insuficiente cautela , cabría depurar posible responsabilidad a quien en ella incurrió. De todos modos, no queda en entredicho la acreditada solvencia de la Policía Científica española, considerada como de las mejores del mundo y así lo avala su brillante trayectoria.
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En lo tocante a la Judicatura, la inmensa mayoría de los jueces trabajan silenciosamente y en el anonimato. A algunos, a su pesar, los sacan en los medios por casos sonados que llevan. Una mínima parte no representativa del sentir colectivo va en busca del estrellato mediático , siguiendo la nada ejemplar escuela que creó el ex juez Garzón sin llegar, por fortuna, a la patológica exaltación egocéntrica de éste.
Ahora tenemos el caso del Juez Gómez Bermúdez que está investigando a los posibles " filtradores " que le pasaron al Ministro del Interior los datos que en rueda de prensa dio a conocer sobre el triste final del secuestrado por los GRAPO, Publio Cordón, sometidos a parcial secreto sumarial.
Sorprende la diligencia de Gómez Bermúdez y la artillería desplegada, huele raro y no a justicia; pero, por ser Juez , "tiene la sartén por el mango" y desde aquí, desconociendo tantos entresijos, nada más podemos decir y menos afirmar por retorcida que parezca la intencionalidad.
Cabe distinguir de las comparecencias públicas las posibles relaciones o encuentros personales, dentro de la cordialidad, entre investigadores, instructores y periodistas. Si se mantienen respetando recíprocamente el trabajo de unos y otros y observando los respectivos códigos de deontología profesional, pueden ayudar al buen fin del trabajo de cada cual y a evitar interferencias perturbadoras.
Pura casualidad ha sido el empezar y terminar con dos ruedas de prensa relacionadas con los GRAPO. Durante la primera el Ministro del Interior era Martín Villa, la segunda corrió a cargo de Jorge Fernández actual titular de la misma cartera.
Han pasado treinta y cinco años de una a otra. "¡ O tempora, o mores !" exclamó Cicerón. ¡Cómo han cambiado las cosas! decimos nosotros. Hace treinta y cinco años era impensable los peligros que se ciernen sobre la Unidad de España, ver a los filo terroristas en las Instituciones y tantas otras cosas, más lo que falta por llegar
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