Mañana, elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco. En donde la gaita, ganará el actual; en donde la "txapela", la suma de independentistas. Si forma Gobierno el primero, la cosa puede ir a mejor; lo formen o no los segundos, la situación irá a peor y los de las pistolas seguirán vigilantes. El resultado en ambos casos influirá en la ya inestable situación política de España.
La campaña ha sido sosa y pocos se han interesado en su seguimiento. El común, paro y crisis aparte, más pendiente por el recién retoque de la nariz de Belén Esteban y preocupado por la ofensiva secesionista de Artur Mas en el precalentamiento electoral para las elecciones del 25 de Noviembre. Los "mossos de escuadra" dicen que cumplirán la Ley, molestos con su irresponsable y desafiante jefe político(" conselller " Felip Puig); los de Madrid que la aplicarán, y la tensión en aumento sin que se administre la infusión de valeriana que sosiegue o el bicetil para rebajarla y poner a cada uno en su sitio.
Tal vez el descontento produzca no elevada participación, desplazamiento de votos; pero los pro etarras de Bildu votarán en masa y los nacionalistas vascos, ya se sabe, a piñón fijo. Los vascos obligados a cambiar de residencia y emprender el exilio por el resto de España, a causa de la amenaza terrorista, no pueden votar al no figurar en el padrón por razones obvias de supervivencia; los terroristas no inhabilitados para el derecho de sufragio, sí; a Bildu, ahí la tenemos: elevada a las Instituciones vascas con el padrón y censo electoral su disposición.
En los tiempos de la migración interior, muchos españoles de provincias deprimidas marcharon al País Vasco y a Cataluña en donde echaron raíces, ayudando con el esfuerzo por ganarse el pan a la prosperidad de ambas regiones. Despectivamente, algunos nativos les llamaban, respectivamente, “ maquetos” y “ charnegos”; a los llegados de Galicia, también.
En los comicios de mañana votarán algunos de los que, procedentes de otras provincias, se afincaron en el País Vasco, y/o sus descendientes que en en el mismo continúan, y figuren en el censo; lo propio ocurrirá en Cataluña el 25 de Noviembre.
¡ Cuántas contrariedades conlleva el decir soy vasco o catalán y español !, incluso para los oriundos de ambas regiones por generaciones sucesivas. Así son los nacionalismos excluyentes. Que al incipiente nacionalismo gallego, apenas representativo, no le den alas; bastante tenemos que soportar con los otros dos.
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