RAJOY CONTRA LOS SEPARATISMOS.

 

El Gobierno de España con su Presidente a la cabeza ha reaccionado con verbal contundencia en contra de las aspiraciones separatistas. No se ha andado esta vez Mariano Rajoy por las ramas, ha hablado clarito como hace tiempo se esperaba que lo hiciera. Nunca es tarde si la dicha es buena, que siga así.

A tales pretensiones secesionistas las ha calificado de " disparate colosal", de " aventuras que no conducen a ninguna parte." Ha hecho público reconocimiento de" la historia de un país que es el más viejo de Europa" y "no hay en Europa un país que lleve más tiempo viviendo juntos que los españoles". Ha afirmado que "A nadie se le ocurre plantear cosas que nos llevan muchos años atrás, que solo generan problemas y divisiones y son obstáculos en la lucha contra la crisis económica".

También se han pronunciado, entre otros, la Vice-Presidenta del Gobierno, el Ministro de Justicia y el de Exteriores. Éste, respecto a la parafernalia independentista del pasado domingo en el "Camp Nou" de Barcelona, ha dicho " Un país que ofrece una imagen de división interna en un momento convulsivo como el que vivimos, en un momento en el que todos los países del mundo están compitiendo por los capitales escasos, ofrecer una imagen de desunión en vez de una imagen de esfuerzo compartido me parece una mala imagen" y " perjudica".

Volviendo al principio: que en defensa de la Unidad de España continúe firme el Gobierno y a cuantos más partidos sume mejor. Es abrumadora la mayoría que lo desea, que no sean meras palabras que se las lleve el viento. De entrada han gustado.

Por nuestra parte tan solo apostillar que con crisis o sin crisis, en las malas y en las buenas, la Unidad de España es innegociable e irrenunciable, nadie está legitimado para mercadear con ella. Precede en siglos a la Constitución del mismo modo que todo nacimiento es previo a su inscripción en el Registro Civil. Hay que estar alerta para impedir que los matarifes descuarticen a España y se redacte el acta de defunción. No obstante, las palabras de Rajoy han servido de alivio. Esperemos que dure.