viernes, 26 de octubre de 2012

“ DOLOROSAMENTE HARTOS”

 

El 29 de Agosto de 1978, la Asociación Profesional del C.G. de Policía, hizo público el siguiente comunicado:

«Ante los recientes asesinatos de los que han sido víctimas miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado, la Asociación Profesional de Funcionarios del Cuerpo General de Policía quiere comparecer ante la opinión pública y hacer las siguientes manifestaciones:

1. Estamos dolorosamente hartos de huecas declaraciones públicas de condena por parte de grupos políticos o sindicales, que no pretenden con ellas otra cosa que hacer política, sin que ninguno de ellos tome la Iniciativa para que cese tal estado de cosas, ni exija seriamente al Gobierno la adopción de las medidas oportunas a tal fin.

2. Estamos dolorosamente hartos de que las fuerzas políticas hagan de estos Cuerpos de Seguridad objeto de sus pactos, cuya existencia tal vez Impida la adopción de las medidas de autoridad y gobierno necesarias para terminar —o, al menos, intentarlo— con el terrorismo, como ocurre en cualquier país democrático y civilizado.

3. Estamos dolorosamente hartos de ver morir impunemente a nuestros compañeros, servidores de la sociedad, mientras se repite machaconamente que "el Gobierno está dispuesto a ejercer su autoridad", al tiempo que se adoptan indiscriminadas medidas de gracia.

4. Estamos dolorosamente hartos de contemplar la alarmante desprotección que padece la sociedad,
y cuya defensa nos está encomendada, pues tal defensa no es posible cuando la debilidad de los poderes públicos y el desprecio de la ley alcanzan las cotas actuales en España.

5. Ante tales circunstancias, esta Asociación Profesional hace un llamamiento a las conciencias de los ciudadanos —pues carece de otros medios de defensa— para que éstos, víctimas últimas de este estado de cosas, expresen públicamente su exigencia de orden, seguridad y justicia.»

Eran los tiempos convulsos de la Transición, cuando los féretros, que contenían los restos mortales de los asesinados por ETA, se escamoteaban al pueblo y eran sacados, de prisa y corriendo, de las iglesias e introducidos en el furgón funerario que salía disparado, sin opción a serles rendidos los honores debidos ni ser llevados a hombros.

Los terroristas se emplearon a fondo, en la desalmada carnicería, durante 1980-1981 y continuaron. Su últimas víctimas mortales en España, 2 guardias civiles, fue en el verano de 2009 en Mallorca; al año siguiente mataban en Francia a un policía galo. En Octubre de 2011 declaró el " cese definitivo de la actividad armada", instando, tal banda de forajidos y malhechores, a condiciones para la resolución del " conflicto" creado por ella; pero sin entregar las armas, que permanecen vigilantes, mostrar arrepentimiento ni pedir perdón. En su criminal trayectoria, hasta ahora, : 829 asesinatos, 84 secuestros, miles de extorsiones, destrozos por millones, desolación y barbarie.

Han pasado los años y cabe preguntarse para qué ha servido tanta inmundicia criminal. No para fortalecer el Estado de Derecho, sino para hacerle claudicar en concesiones. En las Instituciones está su " brazo político", tutelado por ella; el siniestro símbolo de la serpiente y el hacha ha ido avanzando, ufano por lo conseguido y esperanzado en llegar a la cima de lo programado, inicialmente, en la alternativa KAS.

Las víctimas pensaban que algún día podrían serlo, que su sacrificio no sería estéril; pero la sangre derramada tiñó de rojo las ropas y su rastro en el suelo desapareció bajo un chorro de agua. No sirvió para regar semilla de la que brotara una flor. Recogieron la antorcha de la justicia y la dignidad, familiares y amigos, heridos y secuestrados, que no se resignan a que tanto sacrificio no valiera para nada y que los villanos del crimen sean exaltados.

Triste capítulo de la historia de España, aún sin cerrar, merecedor de un justo final y no el que que se barrunta venir.

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