miércoles, 30 de julio de 2014

DON GIORGIO : “ LA VITA È UNA MERDA “

 

El diecisiete de Enero del pasado año, cuando Jordi Pujol- ex Presidente de la Generalidad de Cataluña- exclamó ante una periodista que le preguntó sobre las sospechas de corrupción en su familia, investigadas por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la policía: " todo eso de la UDEF, ¿ qué coño es ? ", escribimos la fabulación de una escena mafiosa siciliana- rotulada ¡ Che fica... ! - cuyo texto se transcribe a continuación:

" Don Giorgio il piccolo” vivía en un remanso de paz desde que se retiró, a edad provecta, a su remozada mansión, rodeada de olivos, viñedos y frutales, en la campiña siciliana que le vio nacer. Los lugareños le guardaban respeto y consideración por los muchos favores que les había dispensado como “ capo di tutti capi”, que seguía haciéndolos desde su ascendencia sobre su sucesor y cabezas de las distintas familias que comandó.

Le acompañaba en el sosiego campestre su devota esposa y juntos se regocijaban de la fecunda descendencia que el Señor, nuestro Dios, les había regalado. No cabía preocuparse por los hijos, las cosas les marchaban bien y gozaban de envidiable situación; aunque, a veces, le venía algún mal presentimiento al matrimonio sobre alguno de sus retoños ya en edad madura: “ No sé, Giorgio; mucho… y poca cautela”. El sobreentendido, en clave siciliana, se respondía por Don Giorgio con las manos extendidas hacia el cielo y un elevar de cejas, en el críptico lenguaje de signos de la “Cosa Nostra”.

Por costumbre, Don Giorgio solía sentarse a media mañana en el porche para escuchar tarantelas provenientes del viejo gramófono, mientras comía las uvas de un racimo que desgranaba lentamente y bebía a cortos sorbos un vaso de vino blanco. Sus viñedos eran los más y mejor reputados de la campiña; de ahí la fruición con que efectuaba el ritual diariamente.

En ello estaba cuando, puntual, llegó el cartero en bicicleta. Paolo, que así se llama, le era agradecido y fiel; no olvidaba que el Don le consiguió el empleo para que fuera sus oídos y sus ojos en el pueblo y alrededores. Se acercó a Don Giorgio, le besó la mano, le susurró unas palabras y le entregó el periódico en cuya portada, en modo destacado, se podía leer que su hijo Giorgino estaba siendo investigado por la Escuadra anti mafia.

Fue entonces cuando Don Giorgio, visiblemente irritado e indignado, exclamó: “¡ Che fica è la squadra anti mafia ¡” ( ¡ Qué coño es…!). El cartero, tembloroso, balbuceó: “ No lo sé, Don; pero me enteraré”. Le hizo la reverencia, se retiró encogido sin darle la espalda, llegó hasta la bicicleta, dio la media vuelta, se montó en ella y pedaleó…Por ahí va indagando."

Parece ser que las pesquisas del cartero Paolo dieron su fruto, informando a Don Giorgio qué era la squadra antimafia y lo que sobre la famiglia iba descubriendo en la investigación. A raíz de ello, el padrino debió de reunirla en consejo y, asesorados por el consigliere y el avvocato, fueron madurando la idea de cómo afrontar los temidos nubarrones que los iban cercando.

El capo debe cuidar y proteger a la famiglia, y tiene que hacer el personal sacrificio expiatorio si no hay más remedio. El intentar acarrear sobre sí las culpas propias y ajenas, en cuanto a aquélla se refiere y cuando no se vislumbra otro modo de eludirlas, también tiene cabida en el código de honor. Eso es lo que hizo Don Giorgio: pasar el trago amargo de ofrecerse en la ancianidad como víctima propiciatoria. Si lo consiguió o no, en todo o en parte, podría ser motivo de una tercera entrega en el futuro.

Su esposa le recordó lo de "Un hombre que no dedica todo el tiempo a su familia no es un hombre de verdad"- sentencia proferida por Don Vito Corleone en la película " El Padrino"-, mientras le deslizaba un beso en la frente y le susurraba: " Tú lo has cumplido hasta el final ". Don Giorgio entornó los cansados ojos y dejó escapar su lamento: La vita è una merda.

Ya que se ha introducido una frase del citado film, ocioso es subrayar que cualquier parecido de la fabulación contada con los avatares de la familia Pujol es pura coincidencia.

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