martes, 8 de julio de 2014

ESCANDALOSA E INDIGNANTE SENTENCIA.

 

No hizo falta presenciar los hechos en directo;  sólo con ver las filmaciones de televisión, y el relato de los hechos efectuado por los parlamentarios afectados, por el asedio al Parlamento catalán de hace tres años, fue suficiente para comprobar en su día que la turba trató de impedirles coactivamente su libre acceso a él, les vejó, lanzó sobre ellos la ira odiosa y los sometió a un acoso salvaje- insultos, zarandeos, amagos de agresión y lanzamiento de botellas...-. Tuvieron que ser protegidos y escoltados por la Policía para poder llegar y entrar, y hasta el Presidente de la Generalidad hubo de trasladarse  en helicóptero hasta la azotea del Parlamento, por el grave riesgo que suponía intentar arribar en coche.

Pues bien, pese tratarse de unos hechos tan graves y evidentes contra lo cimientos de la democracia y de la soberanía popular, en este caso contra los representantes legítimos del pueblo catalán, la Audiencia Nacional, como ya es sabido, ha dictado sentencia absolutoria a favor de los diecinueve inculpados- con un voto discrepante de uno de los tres magistrados del Tribunal juzgador-, que la Fiscalía, la Presidenta del Parlamento catalán y la Generalidad de Cataluña han anunciado que van a recurrir.

Algunas razones aducidas para la absolución, según ha trascendido, llevan al estupor, escandalizan e indignan. Así ocurre, por ejemplo, al exponer que Cuando los cauces de expresión y de acceso al espacio público se encuentran controlados por medios de comunicación privados, cuando sectores de la sociedad tienen una gran dificultad para hacerse oír o para intervenir en el debate político y social, resulta obligado admitir cierto exceso en el ejercicio de las libertades de expresión o manifestación.

Afirmaciones exculpatorias como ésta, revelan substratos de orden ideológico más propios de la demagogia antisistema, que están alejados de la ponderación y recto razonamiento jurídico exigible a todo juez. Con su tenor literal quedarían justificadas acciones reprobables y sancionables en todo Estado de Derecho, bajo el pretexto de la libertad de expresión y manifestación. ¿ Qué tienen que ver estos derechos con los hechos relatados al inicio? ¿ Qué pinta el aventurado juicio sobre los medios de comunicación privados, que no venía a cuento en la sentencia? ¿Por qué se justifica lo que increíblemente se califica como cierto exceso..., cuando se trata de violencia para impedir el ejercicio de los derechos ajenos ?

El CGPJ expresó hace poco tiempo que no se hicieran valoraciones que afectaran a la dignidad y respeto debido de los jueces; que se pueden criticar las resoluciones judiciales sin ataques personales a quienes las dictan,...( extracto libre y no literal), y así debería ser; pero hay sentencias, como la citada, que claman al cielo. Quien tenga competencia que averigüe el porqué. Los demás nos tenemos que morder la lengua.

3 comentarios:

  1. Hay sentencias que prevamente a su dictado, se puede conocer el sentido del fallo, notoriamente, es una sentencia de autor, Ramón Sáez Valcárcel como ponente. Su trayectória esta ligada a determinado partido político, y debe hacer gala de falsa progresia -ante su parroquia-, todo normal.
    Por cierto tras la bazofia de inicio a fallo, me ha sorprendido gratamente el VOTO PARTICULAR, esta muy bien argumentado, y es el más extenso que conozco, y he leido muchos, esperemos que el recurso de apelación haga honor al parecer discrepante de Presidente de Sala GRANDE MARLASCA.

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  2. Donde unos ven "coacciones y amenazas" otros lo consideran "libertad de expresión". Donde unos oyen gritos de "auxili" otros "no oyen nada". Donde unos ven "lanzamiento de objetos y atentado contra diversas atuoridades", otros sólo aprecian un "derecho fundamental al pataleo". Donde unos ven "una marca para fijar un objetivo", otros lo resuelven con "una visita a la tintorería". Moraleja: Ojos que no ven, caguerá que chafes, y por eso todo huele a podrido (léase mierda).

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  3. Esto es una muestra más de la descomposición a la que está llegando el país.La base de una democracia sólida son los tres poderes.En España,el poder judicial está contaminado por la política y por la corrupción que ésta lleva aparejada.

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