La primera visita oficial, que realizaron el pasado lunes al extranjero los Reyes de España, Don Felipe VI y Doña Letizia, fue al Vaticano para saludar al Papa Francisco- Primado de la Iglesia Católica y Jefe de dicho Estado-, en un gesto significativo de la tradicional catolicidad de la Monarquía Española. Con ello, además, se ha mitigado la extrañeza que produjo en muchos creyentes el hecho de que en el acto del juramento del nuevo Rey, el día de su proclamación como tal, no estuviera colocada la Cruz ni la Biblia. Por otra parte, la asistencia de la Familia Real a la Santa Misa, celebrada en privado con motivo del relevo en la Corona y con posterioridad al mismo, revela que las raíces cristianas perduran en la Institución monárquica.
El hecho de que nuestro Estado sea constitucionalmente aconfesional, no empece para que quien desempeña su jefatura pueda ejercer, como todos, el derecho a la libertad religiosa acorde a sus creencias. Siempre habrá quien lo censure- tanto si hace uso de él en público o en privado- en una ilegítima intromisión a las convicciones y creencias personales ajenas. Pero para ser Rey, con independencia de cuestiones dinásticas, sucesorias y protocolarias, hay que ser primero persona, y todas las personas tienen derechos y obligaciones. La condición de Rey no implica renunciar a aquellos que le corresponden ni dejar de cumplir éstas. La libertad religiosa y de culto es un derecho fundamental, y los deberes requieren un plus de exigencia para quien ostenta tan alta responsabilidad.
El querer ser Rey de todos los españoles, como lo ha manifestado D. Felipe VI, merecería como mínimo la comprensión de los desafectos. Le anima el espíritu de servicio, ejemplaridad y transparencia, y si practica sus convicciones religiosas, compatibles con la regia función, no es por lo que se le atribuye a Enrique IV de Francia de que "París bien vale una misa".
Los antisistemas,comunistas,"coletudos" y demás compañía son incapaces de ver lo bueno que puede hacer el rey.Para ellos todo es malo porque los únicos salvadores de la Patria son ellos,como pueden contarnos cubanos y venezolanos.
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