martes, 22 de julio de 2014

HAMAS: PROBLEMA Y NO SOLUCIÓN.

 

Las campanas deben doblar por todas las muertes, pero no selectivamente según quién sea el difunto. Esto último ocurre, como sucede una vez más ahora, cuando la tragedia se desata en el conflicto palestino-israelí, y el pesar sólo se manifiesta si las víctimas- inocentes, terroristas o de ambas clases- son palestinas.

El activismo occidental de ciertas izquierdas, más o menos extremas, y también en algunos sectores de la ultraderecha, hace gala de diligencia por la defensa de la causa de la kuffiya, pero se mantiene silente en lo que a la de la kipa concierne. Más que buscar la concordia y la pacífica convivencia entre los dos pueblos, acreedores a tener su propio Estado, parece ir contra el derecho a existir de Israel, el que frecuentemente es presentado torticeramente como el causante de los males en aquella zona del Oriente Medio.

Las imágenes de la acción bélica israelita sobre Gaza sobrecogen, pero no se le puede negar a Israel el derecho a la autodefensa; sabe que de no ejercerlo sería arrojado al mar, y amenazas al respecto no han faltado. Se podrá cuestionar la proporcionalidad de la respuesta militar, incluso dudar si será eficaz de cara a un futuro dada la persistencia de sus agresores, mas es lo que sucede cuando las guerras, que nada gustan, se entablan y allí es cuasi permanente.

Gaza es un territorio horadado por túneles de hormigón, desde los que combatientes de Hamas se infiltran en Israel para atacar por sorpresa y replegarse después; en el que se utiliza a la población indefensa cual escudos humanos y se camuflan sus lanzaderas de misiles en viviendas y otras edificaciones civiles. Con tal situación, a ver qué estratega elabora un plan de ataque o contraofensiva que no implique riesgos mortales para niños, mujeres y demás personal no combatiente, aunque alerte previamente de la inminencia ofensiva. Máxime cuando uno de los bandos no está por el cese del fuego, ni por diálogo, como demostró Hamas al rechazar el plan de paz propuesto por Egipto y que aceptó Israel.

Hamas, diciendo defender al pueblo palestino, se ha convertido en lo que parece ser su principal problema y enemigo, y no la solución. Habrá que desatar ese nudo gordiano, en lo que quiere continuar Egipto, otras naciones y Organismos internacionales. El mismo Papa Francisco, que no tiene divisiones armadas y es hombre de paz, apela a los corazones e invita a la oración para que reine en esa Tierra Santa, en donde tan poco se ha respetado durante el transcurso de la Historia.

La falta de entendimiento y otros intereses espurios provocan las guerras que se dan en el mundo- también cercana está la de Ucrania-, y explicaría en parte los horrores de las mismas. Así ha sido y será como muestra de esa faceta cainita de los hombres. No hay que resignarse fatalmente a ello, sino que debe servir de estímulo para labrar los caminos de la paz.

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