Según se publicó días pasados en diferentes medios, el emir de Qatar ha ofrecido 2.200 millones de € por la compra de la plaza de toros la Monumental de Barcelona, propiedad del grupo empresarial Balañá, para construir en ella una megamezquita, respetando su actual estructura, que sería la más grande que se levantaría fuera de los países musulmanes, y albergaría en torno a ella espacios complementarios: culturales, comerciales, de restauración, un museo de historia islámica y una sala de conferencias.
Se trata de una oferta tentadora en términos económicos, y de aceptarse e ir adelante el proyecto sería porque habría garantías de que contaría con la aprobación y los permisos correspondientes del Ayuntamiento barcelonés. Podría ser que todo estuviera decidido a favor con el respaldo de la Generalidad catalana. Si esto fuera así habría que suponer que sería a cambio de que la comunidad musulmana, que cuenta con 100.121 censados con derecho a votar, apoyara el referéndum ilegal y soberanista del próximo 9 de Noviembre. Revelador es el mensaje que le lanzado CiU: si nos apoyáis en la consulta, habrá mezquita.
Con tal promesa lo único que se pretende es obtener más respaldo al independentismo, que los musulmanes practicantes, más o menos radicales, muy posiblemente lo apoyen- algunos ya lo están haciendo- si conlleva a la expansión y al esplendor del Islam y a su influencia en tierras del infiel cristiano. Como los independentistas contumaces hacen de su obsesión religión sectaria, no discriminan los apoyos que puedan recibir, vengan de donde vengan. Han pasado siglos, pero sigue habiendo Don Julianes y Don Oppas de actualizada versión.
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