miércoles, 18 de septiembre de 2024

EL HECHO RELIGIOSO

La persona es un ser creyente,
 
practicante o no, por herencia cultural
 
y ancestral tradición.
 
Se afianza la creencia por convicción.
 
Despenalizar las ofensas
 
contra los sentimientos religiosos
 
es un oxímoron.
 
Deberían tenerlo presente
 
quienes propugnan
 
o profesan su  particular- atea, nihilista
 
o laicista-  “ religión “.
 
La libertad de expresión
 
tiene sus límites,
 
cualquiera que sea su tema.
 
La exigencia de respetar,
 
para ser respetado,
 
debería ser el lema;
 
guía de toda educación.
 
Que ningún abolicionista
 
de los sentimientos religiosos,
 
espere reciprocidad
 
respecto a su honor, dignidad
 
y sectaria “ religión “.
 
Si se le concede, será por cristiana Caridad.
 
El hecho religioso es una realidad,

y sus sentimientos no se deben conculcar. 

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