La opacidad es habitual
en los asuntos de espías.
Los gobiernos protegen a los suyos.
Su identidad, propósitos y acciones
no hay que desvelar.
A los dos españoles detenidos en
Venezuela,
y a España por extensión,
el “ Sambenito “ les han colgado ya.
¡ Menudos inquisidores los acusadores
!
A conveniencia o capricho suyo,
la ropa limpia la ensucian.
Les viene de perlas sembrar la duda,
sin enseñar las manchas.
En asuntos de este calado,
los profanos debemos desconfiar.
Nos informamos por lo que dice
Cabello,
y trasladan los medios,
sin saber si las evidencias son
prefabricadas,
responden a un burdo montaje y lo
que
hay de mentira o verdad.
En cualquier caso, a nuestros
compatriotas
hay que defender y librarlos de las
zarpas
totalitarias y criminales del bolivariano “
madurista “.
A cualquier español, que vaya a
Venezuela,
tal como están las cosas, lo mismo le puede
pasar,
salvo que tenga pedigrí comunista.
Parafraseando podemos decirle a la “ nomenclatura
”
venezolana: “ Meteos en los *******
petróleos
y carburantes, pues no iban en
camiones
nuestros caballeros andantes “.
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