jueves, 5 de abril de 2012

MI INQUISIDOR PARTICULAR

 

Tras publicar esta mañana la entrada " No valen las medias tintas", sale uno a la calle con sus remordimientos a cuestas por la sensación de haber empezado el día mal, al haber escrito unas líneas sobre asuntos terrenales y nada caritativas en una festividad tan entrañable como es el Jueves Santo, cuando de repente, frente a frente en mitad de la acera, me encuentro solo y desarmado ante mi particular inquisidor.

Venía de "nuestro" kiosco de prensa al que yo me dirigía y nada halagüeño pronosticaba su penetrante y aviesa mirada. Precavidamente me separé a un lado y, al tiempo de sobrepasarme, sobriamente me dijo " En tu línea, blandito. Feliz día". Correspondí a sus buenos deseos, no osé replicarle y cada uno siguió su camino.

Al momento me percaté que ya había leído en el blog la entrada escrita un ratito antes. Es mi vecino hombre madrugador, asiduo lector del mismo y los comentarios, siempre verbales, que suele hacerme de propia iniciativa o a preguntas mías, sobre los diversos contenidos son repetitivos: " En tu línea, blandito", sin que se tercien polémicas entre ambos.

Tengo un lujo de vecino, su saber es enciclopédico, de parco y ajustado verbo , escruta mis palabras y escritos incisivamente, con inquisitiva lupa, no se explaya en elogios ni en censuras, a lo sumo con la indescifrable coletilla("en tu línea, blandito"). Es mi enigmático y gratuito inquisidor particular, del que confío no me lleve al Santo Oficio si me aparto, por descuido o ignorancia, de la ortodoxia que con tanto vigor como fe profesa y de lo que, en ocasiones, he sido privilegiado y mudo testigo.

Es buena persona, correcta, educada ,caritativa, reservada y a veces llego a pensar que esconde su bondad y un punto de cándida niñez, baja la falsa apariencia de dureza de corazón, intransigencia y fingidos alardes mafiosillos. Falsa fachada que se ha fabricado como medida disuasoria para los que albergan intenciones navajeras. Hay algo que no finge: su Amor a España, Fe en Dios y Fidelidad a la Madre Iglesia Católica.

Mañana si vuelvo a cruzarme contigo, pienso darte una buena noticia: Dentro de un momento me voy a visitar algunos Monumentos eucarísticos de parroquias emblemáticas y presenciar el paso de una procesión. Pediré por ti y por mi; te ruego hagas lo mismo. Tu tienes méritos para que el que esta noche será entregado por Judas y mañana crucificado, preste especial atención a tus súplicas.

Mi querido inquisidor, si acaso lees esto antes de mañana, no evidencies tu enfado si nos vemos. Me ha salido espontáneamente del corazón y escrito, mejor o peor, pero con todo cariño.

1 comentario:

  1. Ojalá todos tuviéramos vecinos como este particular inquisidor tuyo!!
    Siempre dispuestos a compensar situaciones y la visión experimentada de la vida. vaya que si. Me alegro por ti y por el.

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