Hoy se apagó para siempre la voz de Manolo Escobar. Murió esta mañana en su chalet "El Porompompero" de Benidorm, ciudad en la que residía desde hace muchos años, y en cuyo Ayuntamiento se ha instalado la capilla ardiente.
Se fue el ídolo de la canción española, interpretada con personal estilo. Gran persona, siempre alegre y vitalista, que llevaba a España prendida en el corazón. De ella fue embajador universal a través de sus canciones, que traspasaron fronteras con la " Que viva España", el " El porompompero", y tantas otras de su extenso repertorio. Entrañables, por otra parte, son las películas en las que intervino como primer galán, junto a afamados actores y extraordinarias actrices.
Dicen que se fue dulcemente. Cincuenta años llevaba unido a su adorada esposa Anita. A ella, a su hija Vanesa, el resto de familiares y al mundo de la canción y el cine, se une España en los momentos del dolor, con el respeto y admiración hacia quien fue querido por todos; grande entre los grandes, sencillo, afable y cercano: un hombre del pueblo, caballero y señor.
Que se abran de par en par las puertas del cielo, y el ejército celestial de arcángeles, querubines y serafines, entonen cánticos de Gloria. Se fue, pero entre nosotros quedó el inmortal y feliz recuerdo de Manolo Escobar.
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