A estas horas, los dirigentes de la proclamada izquierda democrática, entre ellos y de modo especial los Secretarios Generales de las centrales sindicales UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, ya deberían haber salido a la palestra para desautorizar y repudiar la actuación del piquete sindical que esta mañana se ha concentrado frente a los juzgados de Sevilla, en clara coacción a la juez Alaya que, en el marco de la operación Heracles, ordenó la detención de algunos afiliados a dichos sindicatos.
El grupo, según las noticias difundidas, no se ha limitado a expresar su solidaridad con los compañeros detenidos, sino que ha intentado dañar la imparcialidad de la juez y perturbar la investigación que lleva a cabo con gritos de " Alaya, inquisidora" y "Alaya, pepera, métete en la lechera", sustantivo coloquial referido al coche o furgón policial.
El interés mostrado por ciertos izquierdistas en desprestigiar la imagen de Mercedes Alaya, no ha cesado desde que inició la instrucción de los EREs fraudulentos y las derivaciones de ellos, imputando a altos cargos socialistas de la Junta de Andalucía. Se ha llegado hasta el extremo barriobajero de atribuirle falsas relaciones íntimas, y al exabrupto machista de la escritora Almudena Grande, que la tildó de " o no es humana, o no es de fiar", por acudir a su despacho, a las ocho de la mañana y bien arreglada, esta elegante mujer-juez casada y con hijos.
Si no están conformes con las decisiones judiciales, para eso están los recursos y las recusaciones fundamentadas; pero, de entrada, deberían poner coto a esta cacería que tiene visos de buscar la impunidad con presiones y vejaciones. No es de recibo presumir de demócratas y demostrar lo contario mediante hechos.
Si la conjunción izquierdista que, según ciertas encuestas, podría gobernar en el futuro en España y en algunos de sus territorios es de este calibre, y parece serlo, prepárense los chalecos anti balas: atizarían lo suyo con " fuego a discreción". Si ello sucediera, no valdrían posteriores lamentos; ya se conoce el paño y el pie del que cojean.
Por lo pronto, cuídese y acierte, juez Mercedes Alaya. Está en el punto de mira y van a por usted.
No hay comentarios:
Publicar un comentario