lunes, 10 de agosto de 2020

EL JUICIO A LOS DEMÁS

  

Los sucesos y devenires de la vida se enjuician en base a las percepciones personales, recuerdos y vivencias que se tienen sobre los personajes y eventos del pasado y del presente, pudiendo valorarse y acomodarse total, parcialmente o en nada a la realidad. Influyen también en su creación lo escrito, divulgado y hablado sobre los mismos, así como la capacidad de discernimiento, la objetividad de las fuentes transmisoras y la predisposición de los receptores para aceptarlas, rechazarlas, desinteresarse o mostrar su escepticismo sobre ellas. Cuando han sido estudiados y analizados en su conjunto por mentes preclaras, sopesando pros, contras y los usos temporales, puede abrirse el camino para entrar en la Historia y en sus posteriores revisiones autentificadoras o sesgadas; quedando las leyendas como leyendas y tiñéndose frecuentemente las realidades de claro-oscuro. Por lo general, ni lo bueno es tan bueno ni lo malo es tan malo. Sólo la perversión del espíritu, y el no respeto a la libertad y dignidad humana, descalifican a quienes así proceden.
 
Se juzga con excesiva ligereza los procederes de los demás, obviando sus cosas buenas; sin mirarnos antes en el espejo de nuestra conciencia para ver el retrato personal reflejado en la misma. Andamos ligeros de comprensión y compasión. ¡ Qué pena ! 

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