Las batallas se ganan día a día. Los capitanes valientes, con su experiencia, conocimiento del terreno y liderazgo, son decisivos para el desenlace de las mismas. Si acaece una derrota reflexionan sobre el porqué de la misma, qué ha fallado en la táctica llevada a cabo, planifican otras, y levantan con su carisma y ejemplo la moral de la tropa para vencer en la próxima contienda. El resultado último de todas ellas determina el final victorioso o el desastre total.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
miércoles, 26 de agosto de 2020
LÍDERES
Previsión, anticipación y pronta reacción son
también cualidades exigibles e inherentes de todo buen capitán, que siempre va
al frente de sus soldados. Asume las responsabilidades de su oficio, no las
endosa a otros ni hace dejación de sus funciones. Siempre “ está al pie del
cañón”, ejerciendo su liderazgo indiscutible.
Las batallas y las guerras no siempre son
armadas. Se dan también para vencer las calamidades y desgracias que sufren las
naciones, cuyos presidentes no deben “ escurrir el bulto “, sino “ dar la talla
“ de un buen gobernante y líder. Pero a nosotros nos interesa juzgar la del
nuestro, la del que nos gobierna. Vds. dirán.
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