Hay que alejar de la mente
los malos recuerdos, para
que no sean los barrotes
de tu cautiverio.
Con tiempo, paciencia
y alicientes estimulantes,
dejarán de ser tus carceleros.
Los traumas psicológicos
podrán resurgir inesperadamente;
de ello hay que ser consciente,
para afrontarlos y superarlos
con decidida fortaleza,
y recuperar la personal y estimulante
serenidad, llave
de la anímica libertad.
Los perniciosos e imprevistos
avatares,
como vienen se van, si no te
obsesionas
con ellos. Son tormentas que
descargan
su furia, causando humanos y
materiales
destrozos. Cuando se aplacan, hay
que
decirles:¡ Adíós, déjame olvidarte y vivir
en paz; demasiados daños causaste !
Somos frágiles criaturas, expuestas
a los caprichos de la naturaleza,
a las desidias humanas y a los
inescrutables destinos.
¿ Qué más te puedo contar,
para tu ánimo levantar ?
Saca fuerzas de tu interior
y sé tú mismo. No seas esclavo
de la adversidad; pon blanco sobre
negro,
y que el esplendor de la luz guíe tu
camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario